La ultraderecha, un movimiento que no le es ajeno a México y Latinoamérica

La ultraderecha, un movimiento que no le es ajeno a México y Latinoamérica

Foto: FreePik

En Europa una corriente política e ideológica acecha nuevamente y gana más espacios en muchos países como España y Francia: la ultraderecha. El partido Agrupación Nacional, liderado por Marine Le Pen, arrasó en las elecciones legislativas de Francia, lo que dejó al presidente Emmanuel Macron y a los líderes de izquierda y centro preocupados por la posibilidad de que obtengan la mayoría.

 

El partido ultraderechista de Francia está a punto de quedarse con la mayoría de escaños en el país, pues ganó más del 34 % de los votos, con lo que podrían impulsar su agenda sin demasiada oposición. Ante esto, el presidente Macron llamó a la unidad de las otras fuerzas políticas a fin de evitar que el partido de Le Pen logre la mayoría en la asamblea legislativa.

 

Los movimientos ultraconservadores de derecha han crecido considerablemente en los últimos años en Europa, ya que en España, por ejemplo, cada vez está más presente Vox, el partido de extrema derecha. En México y Latinoamérica esto también se ha dado y sigue latente en algunos países, pues hay diversos movimientos de esta corriente ideológica que se mantienen activos y se perfilan a crecer en fuerza.

 

En México esto se da en un momento donde la izquierda está en su punto más alto, toda vez que tras la victoria de AMLO en 2018, este año se dio la de Claudia Sheinbaum con mayor contundencia. Es así como la ultraderecha en el país podría resurgir como una alternativa para frenar a Morena.

 

Los movimientos de ultraderecha en México

 

En México han existido y todavía existen múltiples movimientos de extrema derecha que buscan la férrea defensa de valores ultraconservadores católicos, con base en la familia tradicional. Para esto, rechazan las ideas modernas como el feminismo, el aborto, la igualdad entre hombres y mujeres, y el rechazo a algunos derechos humanos fundamentales como el matrimonio igualitario.

 

Una de las organizaciones que enarbolan estos valores es “El Yunque”, fundada en la década de 1950 en Puebla y España e históricamente ligada al Partido Acción Nacional (PAN), a través del cual, presuntamente ha logrado el posicionamiento de líderes políticos. El nombre es una herramienta con la que se forjan otros elementos, haciendo referencia a la preparación de más perfiles para su movimiento.

 

 

Esta organización tiene como premisa preservar los valores católicos y conservadores, excluyendo al feminismo y rechazando el aborto. El Yunque es una sociedad casi secreta, pues a pesar de que está bien constituida, no se sabe con certeza quiénes forman parte, dónde se reúnen o en dónde están presentes.

 

Algunos presuntos exmiembros han narrado cómo es el proceso de reclutamiento desde la universidad que implica algunos rituales de iniciación que incluyen tortura. Se dice que El Yunque aún permanece muy activo y ha colocado a sus integrantes en las altas esferas del poder político, pero también en la academia, la iglesia y asociaciones civiles.

 

Otros movimientos similares, que en teoría ya no existen, son el Movimiento Universitario de Renovadora Orientación (MURO) y los “Tecos”, ambos con los ideales de extrema derecha católica y conservadora. Por su parte, MURO apareció en la década de 1960 como un grupo de choque estudiantil que estaba en contra de la instauración del comunismo en México.

 

A MURO lo apoyaron grupos empresariales y eclesiásticos que buscaron luchar contra los ideales comunistas que afloraban en esa época tras el estallido de la revolución cubana. Los integrantes de este grupo fueron responsables de enfrentamientos armados, golpizas y destrozos, centrándose en atacar a comunistas, religiosos liberales y artistas que iban en contra de sus ideales.

 

 

Naturalmente, en MURO tenían a varios referentes a nivel nacional e internacional, tales como Francisco Franco de España, Gustavo Díaz Ordaz en México y Augusto Pinochet de Chile, todos caracterizados por ejercer dureza contra la izquierda y criminalizar las protestas sociales, incluidas las de los estudiantes.

 

Una organización que también se creó para combatir la “infiltración roja” son los llamados “Tecos”, surgidos en la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG). Ello también surgió en la década de los sesentas, en un contexto condicionado por la Guerra Fría, con valores en contra de la izquierda comunista y de los movimientos sociales, todo esto con el financiamiento del gobierno de Estados Unidos.

 

El nombre obedece a las reuniones que celebraban en la noche, algo que incluso fue reconocido por las Lotería Nacional en 2015, pues en uno de sus boletos se imprimió a un tecolote aludiendo a la organización. Además de estar en contra del comunismo, también defendían los valores del nazismo alemán y Adolfo Hitler era uno de sus referentes ideológicos.

 

En otros países los movimientos de ultraderecha no sólo siguen vivos, sino que incluso están en constante crecimiento y ganando más poder. Por ejemplo, en Argentina el Partido de la Libertad es que gobierna actualmente con el presidente Javier Milei, quién goza de gran popularidad entre la población, en parte gracias a la crisis económica que dejaron sus antecesores de izquierda, como Alberto Fernández y los Kirchner.

 

 

En Brasil, por ejemplo, en 2018 el ganador de las elecciones fue el conservador Jair Bolsonaro, quien era ultraconservador y se mostró en contra de ideales como el feminismo. Al ser un exmilitar, trató de impulsar la libre portación de armas y las penas de muerte, además de ser abiertamente homófobo y racista, aunque en su caso no logró la reelección y fue desplazado por Lula da Silva en 2022.

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