¡Adiós a los puentes anti peatonales! Estas son las alternativas para las ciudades

¡Adiós a los puentes anti peatonales! Estas son las alternativas para las ciudades

Foto: Enfoque

El pasado 28 de junio, el ayuntamiento de Puebla informó que iniciarían con los trabajos para el retiro del puente peatonal ubicado sobre el bulevar 5 de Mayo y que conectaba a la calle 19 poniente con el CENHCH. Esto es algo cada vez más común en la ciudad, ya que los puentes peatonales han sido removidos en casi todos los puntos donde se les veía y se priorizan otras alternativas.

 

El gobierno municipal anunció que el sábado 29 de junio retirarían oficialmente esta estructura, pues actualmente es muy larga y cansada para los usuarios. Según un estudio de la Subsecretaría de Movilidad y Seguridad Vial, los peatones que usaban el puente recorrían hasta 90 metros entre un punto y otro, y tardaban al menos un minuto y 40 segundos para cruzar la calle.

 

Dicho puente peatonal se suma a los que ya fueron retirados por no ser prácticos para la gente ni incluyentes para las personas con alguna discapacidad. En cambio, ahora se apuesta por otras formas de movilidad más seguras, rápidas, aptas para todas las personas y con un enfoque que le da más prioridad al peatón y ya no tanto a los automovilistas.

 

Alternativas a los puentes peatonales

 

Aunque aún son relativamente comunes, los puentes incluso han sido considerados “anti peatonales”, ya que no se construyen para la seguridad de quienes caminan, sino para no interrumpir el flujo vehicular en las avenidas con más afluencia. Esto implica la instalación de estructuras no amigables con personas de la tercera edad o con una discapacidad visual o motriz, pues se les obliga a caminar más y exponerse a riesgos como escaleras o rampas.

 

En este sentido, el retiro de puentes es una medida que tiene varias alternativas que son más seguras como peatones y no dejan a la gente expuesta a la inseguridad, además de que fomentan otra cultura vial en la que el coche no tiene la prioridad.

 

Una de las principales alternativas son los cruceros a nivel de piso, como el que el ayuntamiento capitalino planea instaurar en donde recién quitaron el puente. Estos no obligan al peatón a hacer un esfuerzo extra para subir rampas o escaleras, ideal para adultos mayores o discapacitados, además de que son más rápidos de cruzar y no aíslan a la gente como los grandes puentes.

 

Los cruceros se componen de las líneas de paso peatonal, semáforos tanto para peatones como para automóviles, y límites de velocidad que avisan al conductor que debe tener precaución en esa área. En algunos casos se hacen arreglos como la creación de rampas para sillas de ruedas o se allanan las banquetas para que sean accesibles para todos los transeúntes.

 

Los cruces peatonales a ras de piso también se pueden complementar con las extensiones de bordillo, también conocidas como islas peatonales. Dichas islas son extensiones de una acera que se instalan en medio de una vialidad, con lo que se reduce las distancias de los cruces y se aumenta la visibilidad de las personas que caminan, a fin de que estén siempre en el radar de los autos.

 

También están las llamadas intersecciones protegidas, que no son más que carriles paralelos en los que pueden transitar tanto los peatones como los ciclistas, y minimizan los altercados con los automóviles. A diferencia de una simple ciclopista, son pasos separados por una estructura física, una jardinera o un bolardo, y que tienen sus esquinas resguardadas para el momento de cruzar una calle.

 

En Puebla, se está haciendo habitual ver este tipo de cruces ante el retiro de los puentes peatonales en los últimos años. Algunos de los más destacados que se han retirado son los del bulevar Norte a la altura de la Fayuca, que conectaba a dicha zona comercial con un centro comercial, o el que también estaba en el bulevar 5 de Mayo y unía al Parque Juárez con Plaza Dorada, muchos años antes, también se quitó el que estaba en la calzada Zaragoza cerca de la Iglesia de la Soledad.

 

Algunos que todavía persisten al paso del tiempo y a las alternativas son el de la avenida 16 de septiembre y la calle 105 poniente, antes del Periférico Ecológico, o el de Agua Santa que cruza el Periférico y une Periplaza con la unidad habitacional. Otros son los que se ubican sobre el bulevar del Niño Poblano, uno frente a Angelópolis, y el otro ubicado antes de la incorporación a la vía Atlixcáyotl.

 

Si bien se opta por la retirada de estas estructuras, la realidad es que estos no son removidos por la urgencia que representan, ya que tienen utilidad en zonas donde la circulación vehicular es constante y a alta velocidad; no obstante, cada vez son menos usados por la dificultad física que representan y la inseguridad, pues la gente que los usa queda aislada y a expensas de la delincuencia.

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