Las agresiones a periodistas en México están marcadas por la impunidad

Las agresiones a periodistas en México están marcadas por la impunidad

Foto: Enfoque

El pasado 24 de junio, durante la alfombra roja de los premios Grandeza Hispana, el actor mexicano Eduardo Yáñez explotó contra una reportera e incluso le arrebató el celular y se lo llevó tras una serie de preguntas. Así como este hay múltiples casos de agresiones en contra de periodistas que se ven con frecuencia y que, por lo general, se caracterizan por quedar en la impunidad.

 

El actor Eduardo Yáñez protagonizó otro desencuentro con una periodista, ya que le quitó el celular al molestarse con las preguntas que esta le hacía. Esta es la segunda ocasión en que el intérprete tiene este tipo de comportamientos contra un reportero, pues en 2017 agredió físicamente a otro periodista que lo cuestionaba sobre asuntos personales, lo que provocó su ira. 

 

 

En México ejercer la profesión del periodismo se ha convertido en una actividad riesgosa, toda vez que es uno de los países donde más agresiones y asesinatos se registran, incluso superando a los que están en guerra. Pese a esto, en la mayoría de los casos hay una constante, que es la impunidad al no haber castigo o al menos la identificación de los responsables.

 

Desde el 2000 a esta fecha, en nuestro país se registraron un total de 164 periodistas asesinados, siendo el 2022 el año con más casos, con 13 en total, y Veracruz el estado con más agresiones, con 31, esto de acuerdo con Artículo 19. Según dicha organización, hasta el momento el sexenio más violento para los periodistas es el de Felipe Calderón Hinojosa, periodo en el que asesinaron a 48.

 

El asesinato de periodistas no es la única forma en que se atenta contra la libertad de expresión, ya que también hay agresiones que se dan en medio del ejercicio periodístico. Tan sólo en 2023, Artículo 19 documentó un total de 561 agresiones, lo que arroja un promedio de un comunicador atacado cada 16 horas el año pasado.

 

Agresiones quedan en la impunidad

 

Aunque organismos internacionales y asociaciones civiles de México han exhortado a detener las agresiones en contra de los periodistas, en los hechos la mayoría de estos casos ni siquiera son investigados y tampoco terminan en consecuencias penales para los perpetradores.

 

De acuerdo al Índice Global de Impunidad del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), México está entre los diez países con más casos de periodistas asesinados, de los cuales la mayoría continúan sin resolverse. Por si fuera poco, el país también figura como el que más desaparecidos tiene, igualmente, sin ninguna sentencia condenatoria.

 

Uno de los casos que no recibieron condena fue el de María Elena Ferral y su hija Fernanda De Luna Ferral, del 2020. Por un lado, a María Elena la asesinaron por su labor periodística en el Diario de Xalapa, además de que era directora del medio Quinto Poder. El 30 de marzo dos sujetos a bordo de una motocicleta la esperaban afuera de su oficina, lugar donde la ultimaron.

 

 

Dos meses después, Fernanda, quien tenía poco tiempo de convertirse en directora de Quinto Poder, sufrió un atentado similar, ya que hombres armados le dispararon. En ambas situaciones impera la impunidad, toda vez que no se ha detenido a ninguno de los implicados en el asesinato y el atentado.

 

Algo similar ocurrió con Luis Enrique Ramírez Ramos, un periodista de Sinaloa a quien privaron para luego terminar con su vida el 5 de mayo del 2022. Luis Enrique era director del medio Fuentes Fidedignas y colaboraba con el Diario el Debate antes de su homicidio que, a más de dos años, continúa sin avances, así lo denunció la organización de comunicadores 7 de Junio.

 

 

Hay otros que incluso datan de más de 20 años, como el periodista Francisco Ortiz Franco, a quien le arrebataron la vida el 22 de junio del 2004 mientras ingresaba a su automóvil, momento en que un sujeto armado le disparó en repetidas ocasiones. En su aniversario luctuoso, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) reprochó a las autoridades que no haya justicia tras 20 años de los hechos.

 

 

Además de los asesinatos, los casos de secuestros también se cierran sin repercusiones. En noviembre del año pasado en Taxco, Guerrero, se dio un múltiple secuestro de tres periodistas y la esposa de uno de ellos en dos hechos distintos. El primero fue el director del Semanario Espectador de Taxco, Marco Antonio Toledo Jaimes, a quien secuestraron junto a su esposa e hijo.

 

Simultáneamente, se dio el plagio de Nayssa Arce Avilés y su esposo Alberto Sánchez Juárez, los dos periodistas secuestrados del portal RedSiete. En los dos escenarios se trató de hombres armados que se llevaron a los comunicadores para luego liberarlos, aunque no hubo más avances en las investigaciones de los dos secuestros.

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