Los organizadores de los Juegos Olímpicos de París 2024 se habían comprometido a tener una justa libre de aires acondicionados como una forma de disminuir la huella de carbono; sin embargo, varios países participantes no participarán en esa campaña y llevarán sus propios sistemas portátiles.
El diario The Washington Post asegura que envió una encuesta a 20 de los principales países participantes en las justas olímpicas. De los ocho que respondieron, todos dijeron que planeaban utilizar aire acondicionado portátil en algunas o todas las habitaciones de sus atletas.
Las delegaciones deportivas de París 2024 tomarán esa medida debido a que las habitaciones de la villa olímpica no tienen aire acondicionado, pues los organizadores han asegurado que, gracias a otras medidas de refrigeración, los atletas no lo necesitarán para mantenerse en una temperatura agradable.
Sin embargo, el medio estadounidense prevé que los aparatos portátiles de aire acondicionado estarán por todas partes, los cuales fueron encargados por los países visitantes que quieren que sus atletas duerman bien y rindan al máximo nivel en la competencia, aunque ello suponga una mayor huella de carbono para el planeta.
"Es un entorno de alto rendimiento", dijo al periódico Strath Gordon, responsable de Asuntos Públicos del Comité Olímpico de Australia, uno de los países que optan por los aires acondicionados.
Gran Bretaña, Canadá, Italia, Alemania, Estados Unidos y Japón han confirmado en distintos foros que llevarán a París sus propios aires acondicionados con el objetivo de que sus atletas estén más cómodos. Así, todos los países del Grupo de los Siete (G7), salvo el anfitrión, utilizarán las unidades portátiles.
Según cálculos del diario estadounidense, los países arriba mencionados, además de Grecia, Dinamarca y Australia, que también respondieron la encuesta, representaron más de 3.000 atletas en los anteriores Juegos Olímpicos de Tokio, más de una cuarta parte del total.
El periódico destaca que la decisión de algunos de los países más desarrollados de llevar sus propios aires acondicionados también plantea cuestiones de igualdad, debido a que estos aparatos representan un costo que algunas delegaciones de países más pobres no se pueden permitir.