Antes de Claudia Sheinbaum, ellas rompieron los “techos de cristal” para las mujeres en México

Antes de Claudia Sheinbaum, ellas rompieron los “techos de cristal” para las mujeres en México

Foto: FreePik

Luego de la jornada de votaciones del 2 de junio, el conteo de los cómputos distritales terminó oficialmente, por lo que finalmente, Claudia Sheinbaum Pardo se convierte en la primera mujer presidenta electa de México. Este es un hecho histórico para el país y la lucha de las mujeres, pero antes hubo un largo camino para que tuvieran acceso a espacios en la política mexicana.

 

Hoy Sheinbaum es la primera mujer presidenta electa de México con un arrasador 60 % de la participación a su favor, equivalente a más de 35 millones de votos. Con esto se rompe el llamado “techo de cristal”, el cual marcaba las dificultades estructurales a las que las mujeres se tenían que enfrentar para acceder a espacios laborales, algo que se notaba más en la política nacional.

 

Antes de Sheinbaum, hubo otros logros para las mujeres con los cuales tuvieron acceso a cargos públicos. En más de 200 años de historia como nación independiente, En México tuvieron que pasar décadas para que hubiera una mujer diputada, senadora, presidenta municipal o gobernadora.

 

¿Quiénes fueron?

 

La incursión de las mujeres en la política empezó sin ser directamente en el servicio público, ya que en 1916 se celebró el primer Congreso Feminista en Yucatán, organizado por Rita Cetina Gutiérrez, una de las que abrió la brecha para la participación de las mujeres en la política, pero también para su educación y formación en diferentes cuestiones de género. Su labor cobró relevancia porque fue precisamente en dicha entidad donde se vio la primera participación de las mujeres en la política.

 

Elvia Carrillo PuertoBeatriz Peniche Barrera y Raquel Dzib Cicero se convirtieron en las primeras mujeres electas para ser diputadas locales en el estado de Yucatán y en México en general, esto el 18 de noviembre de 1923. Su victoria se dio en un contexto en el que apenas en tres estados reconocían el derecho de las mujeres para votar y ser votadas.

 

A pesar de que fue un hito histórico para las mujeres, las tres legisladoras sólo ostentaron el cargo por menos de un año, ya que en 1924 asesinaron a Felipe Carrillo Puerto, hermano de Elvia y gobernador de Yucatán, por lo que los diputados se vieron obligados a renunciar.

 

Ese mismo año en Mérida, capital de Yucatán, también se dio la primera elección de una mujer como regidora, tratándose de Rosa Torres González. Si bien las tres antes mencionadas fueron las primeras en llegar al poder Legislativo, Rosa Torres fue la primera mujer de México en llegar a un cargo de elección popular, pues su triunfo se dio el 7 de noviembre de 1923.

 

Para que se volviera a ver un cambio igual de destacable pasaron más de 30 años, pues no fue hasta el 4 de julio de 1954 cuando Aurora Jiménez de Palacios fue electa como la primera diputada federal del país. Aurora Jiménez sólo estuvo un año en el puesto, ya que solo fue elegida de manera extraordinaria para terminar la XLII Legislatura de 1954 a 1955.

 

Para que esto fuera una realidad también se tuvieron que concretar cambios en las leyes del país, a fin de que se les reconociera el derecho a votar y ser votadas. El 17 de octubre de 1953 se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el decreto por el cual se reconoció el derecho de las mujeres a votar, siendo 1955 el año en que lo hicieron por primera vez.

 

Hasta ese momento las mujeres participaban mayormente en puestos legislativos, pero en 1955 el panorama volvió a cambiar cuando María del Socorro Blanc Ruiz se convirtió en la primera mujer en encabezar un gobierno municipal. El mandato de Blanc Ruiz también fue temporal, ya que sólo entró de interina en un municipio de San Luis Potosí y dejó el cargo ese mismo año.

 

A medida que pasaron los años cada vez se hacía más frecuente ver a las mujeres participando en la política, pero todavía no se abrían todos los espacios para ellas. Para 1964 se volvió a romper otro “techo de cristal”, pues se dio la llegada de las dos primeras senadoras de México, María Lavalle Urbina y Alicia Arellano Tapia.

 

María Lavalle se hizo un lugar en la historia por ser la primera mujer en alcanzar varios hitos. Fue licenciada en derecho, la primera mujer de Campeche que logró dicho título, y también fue magistrada en su estado. En 1964 fue electa senadora para las  legislaturas XLVI y XLVII. No conforme con eso, en 1965 fue la primera en ser presidenta del Senado.

 

En tanto, Alicia Arellano fue electa en el mismo año, pero por su estado, Sonora, en el que también fue la primera mujer edil al gobernar Hermosillo. Las dos fueron una de las pocas que abrieron el camino para las mujeres en su respectivo espacio, el Senado, y terminar los periodos para los que fueron electas.

 

Pese a esto, todavía faltaba un espacio más que se resistía a darle cabida a las gubernaturas. La encargada de alcanzar este puesto fue Griselda Álvarez Ponce de León, mujer nacida en Jalisco que se convirtió en la primera gobernadora en México por el estado de Colima. Tomó posesión el 1 de noviembre de 1979 y dejó el cargo hasta en 1985.

 

Uno de los últimos espacios que faltaba por abrirse era el poder Judicial, instancia en la que nunca había sido presidida por una mujer, hasta hace poco. El 2 de enero de 2023, la ministra Norma Piña Hernández fue electa presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), siendo la primera en liderar la máxima tribuna de justicia del país.

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