Recuento de votos, una historia ya vista en las elecciones presidenciales

Recuento de votos, una historia ya vista en las elecciones presidenciales

Foto: Enfoque

A nivel nacional continúa la resaca después de la jornada electoral del pasado 2 de junio, la cual dejó en Claudia Sheinbaum a la primera mujer presidenta de México. Si bien al principio la oposición se había resignado y aceptaron los resultados, ahora se empeñan en argumentar un presunto fraude electoral, lo que se combinó con un hecho llamativo, el recuento del 60 % de los votos.

 

A partir de este 5 de junio el Instituto Nacional Electoral (INE) empezó con el conteo de los cómputos distritales, los cuales sirven para dar validez legal a las elecciones presidenciales, de diputados y senadores. Al mismo tiempo, el INE informó que se dará el recuento de miles de actas, un estimado del 60 %, algo que ha sembrado más dudas en torno a los resultados de las elecciones.

 

Aunque pueda sonar incierto o a una anomalía, este es un proceso respaldado por la ley y que se ha hecho, bajo esta misma norma, en una elección pasada. En los hechos, el conteo de votos que está a cargo del árbitro electoral se ha dado en otros años y esto depende de algunos factores específicos, pues no se hace por cualquier solicitud de inconformidad.

 

El recuento votos en otros escenarios

 

El recuento que se hará en estos días obedece a lo que dice la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LGIPE) en el artículo 311. En este se abrirán aproximadamente el 60 % de las 170,648 actas de la elección presidencial, de diputaciones federales y senadurías, lo que equivale a aproximadamente 102,388 actas de votación.

 

No obstante, el órgano electoral hizo énfasis en que esto no es por inconsistencias o irregularidades. De igual forma, este ejercicio no es algo inédito, ya que en las elecciones presidenciales del 2018 también hubo un recuento de votos con base en lo que dice la LGIPE.

 

En 2018 el INE reabrió y contó el 75.5 % de las actas de la elección presidencial que dio como ganador a Andrés Manuel López Obrador. El recuento se dio el 6 de julio de ese año, cinco días después de la justa comicial y se dijo que la “variación en los resultados fue mínima, luego del recuento del 75.5 % de los votos previamente contados durante la Jornada Electoral del 1° de julio”.

 

Los resultados de la elección presidencial no fueron polémicos y ninguno de los otros candidatos hizo al menos el intento por argumentar un fraude o pedir el recuento de los votos, por lo que el hecho pasó desapercibido. Sin embargo, en otra elección sí se vio el recuento de los votos causado por la inconformidad de uno de los candidatos que, a la fecha, sostiene que hubo un fraude electoral.

 

En las elecciones presidenciales del 2006 el ganador fue Felipe Calderón Hinojosa, del PAN, quien superó a Andrés Manuel López Obrador, del PRD, por una diferencia mínima. El IFE declaró ganador a Calderón con el .58 % de diferencia sobre AMLO, por lo que el candidato de izquierda argumentó que se trataba de un fraude perpetrado por el gobierno en contubernio con el árbitro electoral.

 

El entonces candidato del PRD hizo suyas las consignas “¡Voto por voto, casilla por casilla!”, con las que inició una fuerte movilización social y una disputa legal ante el Tribunal Electoral Federal (TRIFE, hoy TEPJF). Si bien se dieron cabida a algunas de sus impugnaciones por irregularidades, solamente se accedió al recuento del 9 % de las casillas que se instalaron a nivel nacional.

 

 Lo anterior no fue suficiente para incidir en el resultado final, por lo que Calderón sumó el 35.89 % de los votos, mientras que AMLO se quedó con el 35.31 %, es decir, se mantuvo la distancia de apenas el .58 % entre ambos candidatos. El 1 de diciembre de ese año el panista tomó posesión como presidente y AMLO, aún hoy que está a punto de terminar su sexenio, sigue alegando un presunto fraude.

 

¿De quién es responsabilidad que los votos coincidan?

 

En términos generales, el conteo de los votos recae en el INE, ya que es la instancia encargada de organizar las elecciones y dar a conocer los resultados de esta. De igual forma, es menester de este instituto capacitar a los funcionarios de casilla, que son los primeros que cuentan los votos en primer lugar, por lo que al ser un conteo hecho por personas, no está exento de errores humanos.

 

Para aclarar esas inconsistencias es que existen los cómputos distritales, que son los momentos en los que se da atención a las quejas y las posibles irregularidades. Esto no implica que haya un posible fraude o que se deban contar el 100 % de las actas, ya que eso sólo se hará en casos excepcionales que marca la ley.

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