Toneladas de alimento se desperdician en un país con creciente inseguridad alimentaria: BAMX

Toneladas de alimento se desperdician en un país con creciente inseguridad alimentaria: BAMX

Foto: Enfoque

En todo Puebla, uno de los mayores problemas a los que se enfrenta la sociedad es el hambre, ya que en muchas partes del estado hay personas que no cubren esta necesidad, o bien, se alimentan sin los debidos requisitos de nutrición. Para subsanar esta insuficiencia, en la sociedad civil existen organizaciones que tienen como objetivo único el de combatir la inseguridad alimentaria.

 

En entrevista para Imagen Poblana, Alexandra Ladrón de Guevara Patiño, gerente de alianzas del Banco de Alimentos Cáritas Puebla (BAMX), contó cuál es la labor que hacen en esta organización para combatir la inseguridad alimentaria. De igual forma, habló sobre cómo ayudan a evitar que millones de alimentos perfectamente comestibles, sean desperdiciados y se aprovechen.

 

Alexandra explicó que el BAMX Puebla es una beneficencia privada cuya finalidad es, desde hace casi 28 años de servicio, rescatar alimentos no comercializables que sí son aptos para el consumo humano. Esto, dijo, ayuda a que por un lado no se desperdicien toneladas de comida, y por otro, a que llegue a quienes la necesitan, más de 160,000 personas de la región que sufren inseguridad alimentaria.

 

Este concepto, inseguridad alimentaria, consiste en el poco o nulo acceso que una persona tiene a una alimentación adecuada. Puede darse por escasez de recursos económicos, lejanía a lugares donde adquirir alimentos, aunque también incluye que la alimentación que se percibe no abarca todas sus necesidades nutrimentales.

 

 

“Eso también es inseguridad alimentaria, el que sí tengan alimento, pero que no estén nutriéndose de la manera correcta”, declaró Alexandra.

 

Respecto a cómo recuperan alimentos, Alexandra dijo que rescatan aquellos que tienen algunos “peros” por lo que no se venden. Esto abarca situaciones como el etiquetado, abolladuras en empaques o botellas, así como situaciones estéticas que vienen directamente del campo, es decir, una fruta o verdura que no es “agradable” a la vista, pero que se puede ingerir sin problema alguno.

 

Detalló que de todos los alimentos que rescatan y luego distribuyen, el 40 % es no perecedero y el otro 60 % es perecedero, siendo la mayor parte los que vienen de la cosecha, por ejemplo, jitomates cuyo color no es rojo brilloso, por lo que casi no se vende. Agregó que ese tipo de alimentos están en perfecto estado y se pueden comer, por lo que BAMX lo aprovecha y lo distribuye a las familias.

 

“La pérdida por desperdicio en este país es enorme. Diariamente son más de 83,000 toneladas de alimentos que estamos tirando a la basura y, por otro lado, hay 44 millones de mexicanos que se encuentran en inseguridad alimentaria”, acotó.

 

El impacto del Banco de Alimentos, agregó Alexandra, se ve en 64 municipios de la entidad, principalmente en las zonas urbanas. En Puebla la inseguridad alimentaria se ve más en la urbe, ya que el 50 % de las personas en esta situación, son de las diez ciudades más grandes del estado.

 

Acerca de la forma en que obtienen la comida que distribuyen, nuestra entrevistada sostuvo que cuentan con aliados del sector agroalimentario, tales como productores del campo, huertos, invernaderos, autoservicios y restaurantes; no obstante, también requieren apoyo social, por lo que tienen el programa “Puebla comparte, hambre cero”, con el que colaboran con todos los sectores sociales.

 

A través de dicho programa, trabajan de la mano del sector residencial, medios de comunicación, gobierno, el sector educativo y el empresarial, al igual que con las iglesias. Es la sociedad quien les ayuda a obtener los productos más relevantes de sus despensas: frijol y arroz. No los reciben en grandes cantidades de donaciones, sino que es la gente quien lo aporta en mayor medida.

 

“Tenemos casi 28 años de servicio sin ningún fin lucrativo o político. Abrimos las puertas del Banco de Alimentos para que la sociedad vaya, haga voluntariado, que ayuden a la integración de las despensas y que acompañen a entregarlas a las familias con más vulnerabilidad. Eso lo hacemos para que exista transparencia”, sentenció Alexandra.

 

El Banco de Alimentos está en permanente recepción de alimentos que les ayuden a combatir la inseguridad alimentaria en Puebla. Para esto, la gente puede acudir a dejar sus donativos a Camino viejo a Tlaxcala, número 209, en el municipio de Coronango. Su número de contacto es el 2222886161.

 

“Es importante que las familias que quieran y puedan apoyar a las familias que atendemos, vayan o nos hablen por teléfono, pero también es importante que las personas que se encuentran en inseguridad alimentaria, que no tienen que comer el día de hoy, se comuniquen con nosotros, porque podemos ayudarlos”, finalizó Alexandra.

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