En uno de los crímenes más brutales en la historia del condado de Carroll en Maryland, Estados Unidos, Ravi Maganbhai Pansuriya de 31 años, fue sentenciado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional tras asesinar a su padre, el respetado médico Maganbhai Pansuriya.
La tragedia comenzó cuando la esposa del médico denunció su desaparición. Tras regresar a su casa, halló manchas de sangre en varias habitaciones, en especial en el baño. Sin embargo, la investigación se intensificó cuando hallaron el cuerpo desmembrado del doctor envuelto en sábanas cerca de New Windsor.
Ravi Pansuriya,31,of Maryland will spend the rest of his life behind bars without parole for brutally killing & dismembering his father, Dr. Maganbhai Pansuriya, in 2022
— True Crime Updates (@TrueCrimeUpdat) May 16, 2024
The cause of death was blunt & sharp force injuries and he was most likely beheaded after he was killed pic.twitter.com/2LloOmFF3J
Un par de días después, los detectives de la oficina del sheriff del condado de Caroll hallaron las manos y la cabeza del médico en un arroyo cercano. La evidencia inicial indicaba un asesinato con premeditación y violencia extrema. También, Ravi Maganbhai fue captado por cámaras de seguridad comprando un hacha la mañana del crimen y las autoridades hallaron varias herramientas ensangrentadas en el garaje de la familia.
Por su parte, la médica forense en jefe interina de Maryland, Stephanie Dean, declaró que Maganbhai Pansuriya fue víctima de 45 puñaladas, heridas cortantes y varios golpes contundentes en la cabeza, y que su cuerpo fue desmembrado post mortem. Además, el fiscal del condado, Haven Shoemaker, aseguró que los asesinatos de esta naturaleza son muy raros en Carroll, especialmente cuando se trata de un hijo asesinando a su padre.
Maganbhai Pansuriya era un respetado miembro de la comunidad médica de Westminster, conocido por su generosidad y su sentido del humor. La fiscalía señaló que Ravi no tenía remordimiento de sus acciones durante el juicio ni en la audiencia de sentencia. Finalmente, el juez del Circuito del condado de Carroll, Maria L. Oesterreicher, dictó cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.