La Marea Rosa, el movimiento que convocó a miles de poblanos en defensa de la democracia

La Marea Rosa, el movimiento que convocó a miles de poblanos en defensa de la democracia

Foto: Enfoque

Una vez más, la ciudadanía organizada se apoderó de las calles de Centro Histórico de la ciudad de Puebla para hacer que su voz se escuche, pero también para demostrar que defienden la democracia. Decenas de organizaciones civiles convocaron a la marcha para apoyar a quienes, consideran, se encargarán de darle vida la democracia, teniendo una importante respuesta de los mexicanos.

 

Todos, sin importar su tono de piel, sexo, género o estrato social, se apersonaron para pintar las calles del mismo tono: rosa. Esa tonalidad que representa al máximo órgano encargado de gestionar los procesos democráticos en México, y que fue adoptado por este movimiento hace casi dos años para defender al INE. Ese color hoy es el máximo distintivo del movimiento que busca un cambio en la nación.

 

 

A nivel nacional los manifestantes se encargaron de llenar el zócalo capitalino, mientras que en Puebla el contingente llenó de gente el de la capital poblana, con personas que participaron en la segunda marcha de este año. La cita oficial fue a las 9:00 horas, pero hubo quienes llegaron con antelación para estar cerca de los grandes protagonistas del día, Eduardo Rivera Pérez y Mario Riestra Piña, candidatos a gobernar estado y ciudad de Puebla.

 

Los emocionados partícipes de esta marcha se aglomeraron desde temprano en el “Gallito” ubicado en la zona del Paseo Bravo, para luego caminar junto a sus líderes sobre la avenida Reforma, una de las más representativas del Centro Histórico de la ciudad de Puebla. El objetivo era la llegada al zócalo, donde los miles de asistentes se reunirían para exponer sus motivos y el fin último de este evento: la defensa de la democracia.

 

En medio de todo esto, la gente tenía claras sus consignas, las cuales expresaban en sus pancartas y lonas: “no a la dictadura y sí a la democracia”, “el voto no se toca” y, la más arraigada y repetida a lo largo de toda la marcha, “¡Fuera Morena!”. Ello fue una señal del descontento de la ciudadanía con el gobierno actual, el cual, aseguran, les falló en la transformación del país y el estado.

 

 

Uno de los aspectos más destacados de esta marcha fue la multitud y diversidad de asistentes, ya que además de la gran cantidad de manifestantes, hubo personas de todos los sectores. Personas de la tercera edad y niños que todavía están lejos de efectuar su voto por primera vez, padres y madres de familia al lado de jóvenes cuya elección será la primera en su historia, todos caminando codo a codo por un sentir común.

 

La gran afluencia de gente también fue un espacio para la creatividad, ya que las pancartas no se limitaron a expresar un mensaje político, sino que también se usaron para mostrar diseños creativos y coloridos que sirven para externar sus demandas y esperanzas de un nuevo estado y un mejor país.

 

Conforme la marcha se acercó a su destino y los hombres del momento se hicieron presentes, los ánimos se acrecentaron y la energía se hizo más palpable en el ambiente, todo mezclado con la música que acompañó el evento. Posteriormente, los organizadores del evento leyeron su manifiesto, en el que expresan lo que quieren para un México mejor, con inclusión, prosperidad y seguridad para todas las personas.

 

 

Finalmente, los protagonistas, Rivera y Riestra, tomaron el micrófono y dieron su mensaje, resaltando la importancia de que la ciudadanía haga suyas las elecciones del próximo 2 de junio. Por su parte, Mario Riestra señaló la urgencia de evitar que Puebla se asemeje a los estados que hoy están sumidos en la inseguridad y la falta de gobierno.

 

En tanto, el mensaje de Rivera se enfocó en reconocer a las organizaciones civiles y a los miles de poblanos presentes en la marcha de la Marea Rosa. El panista expuso la idea de que en exactamente dos semanas se puede cambiar el rumbo de Puebla y de México, con el simple acto de salir y votar en un lapso de 20 minutos, tiempo que tomará decidir la ruta que tomará el estado para los próximos 20 años.

 

 

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