Cuando se habla de esterilidad femenina, puede que el problema se encuentre en distintos niveles o esté causado por diversos factores. Se define como infertilidad femenina el no quedar embarazada en el curso de dos años de mantener relaciones sexuales frecuentes y sin protección. Es posible tener infertilidad primaria o secundaria cuando una pareja ha concebido previamente.
La infertilidad primaria se diagnostica cuando la mujer nunca ha logrado concebir un embarazo. La infertilidad secundaria se detecta si la mujer ha concebido el embarazo al menos en una ocasión, pero actualmente no puede lograrlo.
Existen varias posibles causas de la infertilidad femenina; algunas de las más comunes son los cambios hormonales, daños físicos en los órganos reproductores, problemas en el útero o los ovarios, e incluso afecciones en los ovarios.
Uno de los principales factores que afectan la fertilidad en las mujeres son los aumentos y disminuciones en la cantidad de hormonas del cuerpo.
Los ovarios representan una parte vital del sistema reproductor, porque es en ellos donde se producen los óvulos. Cuando estos órganos pierden la capacidad para producir ovocitos, se genera un problema de infertilidad.
El útero es un órgano fundamental para que una mujer conciba el embarazo. Es la parte del cuerpo humano donde se implanta y crece el embrión. Por ello, las condiciones uterinas desfavorables pueden ser una causa de infertilidad femenina.
Los factores tubáricos que generan infertilidad femenina son aquellos que impiden el tránsito de las células reproductoras, ya sean los espermatozoides o los óvulos.
Los factores embrionarios pueden ocurrir después de la fecundación del óvulo; sin embargo, son problemas que impiden el desarrollo adecuado del embrión y pueden generar abortos espontáneos. Las principales afecciones embrionarias que contribuyen a la infertilidad femenina son: mala calidad en los óvulos, problemas de implantación en el útero y pérdida gestacional recurrente.
Algunas enfermedades ocasionadas por un problema genético pueden causar desequilibrios hormonales y otras alteraciones en el aparato reproductor femenino. Entre las afecciones más frecuentes de este tipo se encuentran los síndromes de Turner, del cromosoma X frágil, de Cushing, el síndrome de Swyer y el síndrome de Kallmann.
La infertilidad también puede ser ocasionada por otros trastornos que parecieran no estar directamente relacionados con la fertilidad, como la trombofilia, cáncer y su tratamiento, trastornos de coagulación de sangre, entre otros.
En Puebla existen opciones que abordan el tema de la infertilidad femenina, con el propósito de que puedan concebir a un bebé.
En el Instituto Ingenes Puebla, con presencia en la capital desde el 2018, se ofrecen tratamientos de fertilidad con una tasa de éxito de hasta el 96 %. La tasa de éxito es mayor en tratamientos como la Fertilización In Vitro y las técnicas de Reproducción Asistida ICSI y PICSI, recomendadas a pacientes con diferentes diagnósticos, desde padecimientos que causan infertilidad hasta edad reproductiva avanzada.
UNILIVE es el centro especializado en infertilidad, medicina reproductiva y reproducción asistida en el estado de Puebla. Cuenta con un laboratorio especializado y certificado donde se llevan a cabo todos los procedimientos necesarios para el tratamiento. El servicio es integral, con acompañamiento médico, psicológico y con apoyo de embriólogos en cada paso hacia la concepción de un bebé.
La red privada de clínicas de la mujer "Reina Madre" cuenta con 2 de los métodos de reproducción asistida para lograr el proceso de fecundación:
La Fertilización In Vitro, este procedimiento tiene un costo desde 65,000 pesos y dependerá de las necesidades de cada paciente.
La Inseminación artificial, que consta de dos métodos; ya sea homologada, que es cuando los espermatozoides proceden del marido o la de donante, cuando los espermatozoides proceden de un donante. El costo de este procedimiento se encuentra desde los 10,000 pesos, y dependerá de las necesidades de cada paciente.
En ambos casos, la clínica sugiere indispensablemente acudir a cita de valoración con sus especialistas, quienes, de acuerdo con las necesidades de cada paciente, indicarán cuál es el procedimiento a seguir.