Empleo digno en México, una deuda pendiente con los trabajadores

Empleo digno en México, una deuda pendiente con los trabajadores

Foto: FreePik

El pasado 22 de abril, la cuenta oficial del gobierno de México en X presumió que, gracias a la presente administración, la tasa de desempleo del país es la menor a nivel mundial, con un porcentaje de 2.5. Naturalmente, las críticas no se hicieron esperar y los usuarios en redes sociales pusieron en duda este dato, además de que señalaron que, en su mayoría, estos no son trabajos dignos.

 

La gráfica mostrada por el gobierno federal de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), señala que el desempleo en México es menor al de países como Corea del SurJapónRepública ChecaPoloniaEsloveniaAlemaniaIsraelNoruega y los Países Bajos. Además de dudar de la veracidad de la información, los internautas enfatizaron en la precariedad que viven millones de trabajadores en el país.

 

Y es que gran parte de los mexicanos tiene empleos poco indignos, donde predomina la incertidumbre laboral, las malas condiciones de trabajo y los bajos salarios. Entonces, ¿qué constituye un trabajo digno? ¿en qué se basa la gráfica que presume la federación sobre el bajo desempleo?

 

El empleo digno es un ideal que se refiere al trabajo que otorga un salario bien remunerado y honesto, que garantiza los derechos de sus trabajadores y la protección social. En suma, también se contempla el tiempo de ocio del que disponen los obreros, ya que debe tener una vida equilibrada entre lo personal y lo laboral.

 

 

Este tiene definición incluso en la Ley Federal del Trabajo (LFT), donde el artículo 2 establece que “trabajo digno o decente aquél en el que se respeta plenamente la dignidad humana del trabajador; no existe discriminación por origen étnico o nacional, género, edad, discapacidad, condición social, condiciones de salud, religión, condición migratoria, opiniones, preferencias sexuales o estado civil”.

 

De igual forma, la LFT señala que un empleo digno es aquel en el que las condiciones incluyen la prestación del seguro social y se tiene un salario remunerador, se dan capacitaciones constantes para incrementar la productividad y se tienen bases óptimas para prevenir accidentes en espacios de trabajo y se puede laborar con seguridad e higiene.

 

Algo más que se considera es el respeto a los derechos de los trabajadores, que abarcan la libertad de asociación, autonomía, el derecho a la huelga y la contratación colectiva. También está la igualdad sustantiva, que implica eliminar la discriminación hacia las mujeres que anula el goce de sus derechos humanos en espacios laborales y libertades en el ámbito laboral.

 

Más allá de las definiciones y de lo que debe abarcar un empleo digno, la realidad es que gran parte de la población mundial no tiene uno así. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), casi la mitad de la población mundial vive con dos dólares de salario, mientras que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala que más de la mitad de los trabajadores no tienen contrato laboral.

 

En México el trabajo digno tampoco es una realidad, a pesar de que las cifras del gobierno afirman lo contrario. La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) detalla que la población económicamente activa (PEA) en 2023 fue de 61 millones de personas. De la cifra anterior, el gobierno sostiene que más del 97.5 % cuenta con un trabajo digno, es decir, cerca de 59.4 millones de trabajadores mexicanos.

 

Sin embargo, las cifras que da el gobierno no detallan si se trata de empleos formales o informales. La ENOE de mediados del 2023 refiere que hasta junio, en todo el país había más de 32 millones de trabajadores desempeñándose en la informalidad, por lo que de acuerdo a la LFT y organizaciones internacionales, estos no cumplirían con el precepto de trabajo digno por no dar certeza laboral ni prestaciones mínimas de ley.

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