En abril de mi infancia yo cantaba, decía Federico García Lorca. Y muchos niños cantarán este mes que se les dedica en especial, durante el año. Y cantarán y escucharemos un alegre rumor por su vida que se prolonga, de los millones de libros en el mundo y saldrán de nuestros libreros risas y cantos que volarán como letras impresas para festejar la existencia. ¡Ah, pero que triste!, este mes se conmemorará la muerte de poetas, escritores, músicos y muchos mexicanos que hicieron del arte la expresión vívida de su existir. Solo en el llanto que se esconde en nuestros recuerdos traemos a unos pocos nombres de acuerdo a su fuga definitiva del mundo: el 17 de 1695, Sor Juana; el 11, de 1861, Francisco González Bocanegra el creador de la letra de nuestro himno; el 23 o 24 de 1948, el compositor Manuel M. Ponce; el 4 de 1976, José Revueltas; el 19 de 1998, Octavio Paz y como parte del mexicano que fue, el 17 de abril de 2014, Gabriel García Márquez. En el mundo las fechas son también numerosas, pero los más extraordinarios por su gran ingenio coincidieron en el mismo año 1616, con la diferencia de un día, Miguel Cervantes Saavedra el 22 y Willam Shakespeare el 23. A ellos se les conmemora a nivel mundial el 23 de abril junto con millones de seres vivos: los libros.
M. PONCE Y SU ESTRELLITA DEL LEJANO CIELO, ESTARÁ CON ALGUNOS ESTE MES
Llamado el Padre del Nacionalismo Musical, es interesante abordar aunque sea brevemente la historia de este gran compositor zacatecano Manuel M. Ponce, cuya vigencia aún escuchamos por ahí. Reconocido por el gobierno como uno de los pocos compositores que acercaron su música a lo popular, Ponce llenó toda una época en el mismo tiempo del gran Julián Carrillo el del sonido 13. Compositor de carrera que siguió adelante con estudios y doctorados en Europa, incluso, fue director del Conservatorio Nacional, donde había estudiado cuando joven, de la Escuela Nacional de Música y de la Orquesta Sinfónica Nacional. Lanzó composiciones que trascendieron a nivel internacional entre otras las que creó para el guitarrista Andrés Segovia. Pero su acercamiento a la música popular lo llevó a componer infinidad de canciones, una de ella la famosa Marchita el alma:
Marchita el alma,
triste el pensamiento,
mustia la faz y herido el corazón,
atravesando, la existencia mísera,
sin esperanzas ya,
sin esperanzas de encontrar su amor.
Hay quienes sostienen que es el autor de las famosas Mañanitas. Pero su más famosa pieza es Estrellita, que recuerdo haber escuchado desde lejanos tiempos en la escuela. M. Ponce murió en la fecha señalada arriba y se hizo acreedor por su gran talento y composiciones, del reconocimiento ya mencionado. Vale recordarlo este mes en unas fechas en la que murieron muchos grandes como él.
ESTRELLITA
Estrellita del lejano cielo
que miras mi dolor,
que sabes mi sufrir.
Baja y dile si me quiere un poco,
porque no puedo sin su amor vivir.
Tu eres mi estrella,
mi faro de amor.
Tu sabes que pronto,
voy a morir.
Baja y dile si me quiere un poco,
porque no puedo sin su amor vivir.