La boxeadora Gabriela “la Bonita” Sánchez, además de bonita salió muy lista y no precisamente en pugilismo, sino en aprovechar oportunidades, de esas que vienen una vez en la vida y que, en un momento dado, le serán más redituables que enfrentar a rivales en el cuadrilátero y, en verdad, ganarles.
Déjeme le cuento: la boxeadora, ante su incipiente carrera deportiva, se rodeó de amigos y colaboradores que la apoyaban de muchas maneras para avanzar en su carrera deportiva, ganar combates y obtener cinturones. Lo que todo buen amigo hace por un amigo deportista que lucha desde abajo, pues.
Esos amigos, viendo el esfuerzo de “la Bonita”, buscaron, entre otras acciones, entrevistas gratuitas con medios de comunicación, todo con tal de que la pugilista fuera conocida y, en un futuro, obtuviera los anhelados apoyos.
Los amigos se volcaron en favor de “la Bonita” y lo único que buscaban era impulsar la carrera deportiva de la joven mujer.
Pero cuál no fue la sorpresa de esos desinteresados amigos, que un día llegó un emisario de Morena, con un cargamento de regalos y promesas de supuesto “éxito” deportivo y político. Y “la Bonita”, sin pensarlo, se olvidó de guantes y cuadriláteros, de entrenamientos y penurias, de amigos incondicionales y de sus modestos apoyos. Y dijo “¡sí!” a Morena.
Hoy, esos amigos que tanto la apoyaron ven decepcionados cómo la promesa del oro y la plata cambiaron de un día para otro a esa sencilla amiga que tenía un brillante futuro deportivo por delante.
Si Morena gana la elección en la capital poblana, la tal “Bonita” será regidora. Aventó los guantes cuando apenas empezaba y, lo peor, se olvidó de los amigos, de los verdaderos amigos, de un día para otro.
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¿Xóchitl Gálvez no tiene asesores?, ¿o acaso sus asesores son Marko Cortés y Alito Moreno? No se sabe, pero es una realidad que semana tras semana la candidata de Fuerza y Corazón por México comete dislates verbales que en nada ayudan a su campaña. Tal vez ella cree que se oye muy graciosa y que se granjeará el favor de los electores, pero no es así.
Y es aquí en que entra la pregunta inicial: ¿Xóchitl no tiene asesores?
Y es que andar en campaña y soltar ideotas como si a los 60 años “no has podido hacer un patrimonio eres bien güey”.
¿Acaso la candidata tiene una ligera idea de que en este país la pobreza se ha incrementado y que adquirir una casa es una tarea casi imposible?, ¿tiene idea de cuántos jóvenes quisieran una casa, pero no tienen el apoyo de familia ni financiero?
Tal parece que el asesor de la Gálvez es Vicente Fox. No sé de qué manera los candidatos a alcaldes y diputados de la coalición opositora podrían hacer frente a un reclamo de los ciudadanos sobre el “eres bien güey” de Xóchitl.
Si la candidata presidencial avanzaba en las preferencias, aunque sea lentamente, con esa desafortunada expresión volvió no solo a cero, sino debajo de cero.
Ni Máynez hubiera tenido tan desafortunada diarrea verbal.
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Los que van en caballo de hacienda son Lalo Rivera y Mario Riestra, quienes han aprovechado con eficiencia un aspecto que consterna, molesta y lastima a la sociedad: la antesala del infierno llamada IMSS. Y en especial es de La Margarita.
¿Quién puede negar o rebatir las críticas y señalamientos que hacen Rivera y Riestra hacia funcionarios e instalaciones del IMSS?
Es más, qué derechohabiente del IMSS-Bienestar tiene una opinión favorable hacia esa institución y su sistema de atención. Ninguno.
Todos, sin excepción, dirán que el IMSS es una desgracia completa y total. Y en este sexenio, con la mafufada del “bienestar”, las cosas han ido de mal en peor.
Esperemos que los candidatos a diputados federales por la misma coalición, si es que ganan la elección, intervengan realmente por el mejoramiento del IMSS.
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