El Hospital para el Niño Poblano (HNP) cumple este año 32 años de brindar atención médica gratuita y de calidad a la población infantil de Puebla y otros estados del país, convirtiéndose en un icono en la atención pediátrica.
Desde su fundación, el Hospital del Niño Poblano se ha enfocado en brindar atención con un enfoque altruista, lo que también le ha valido convertirse en uno de los hospitales más apreciados por los poblanos.
Su historia
El Hospital del Niño Poblano inició operaciones el 14 de febrero de 1992 como un Organismo Público Descentralizado. Fue hasta el 14 de marzo de 2014 cuando pasó a formar parte de los Servicios de Salud del Estado de Puebla.
Desde sus orígenes, tuvo el objetivo de atender a los niños y niñas que carecen de servicios médicos de seguridad social y que requieren atención de tercer nivel, a través de diversas áreas de especialidad.
El Hospital del Niño Poblano atiende principalmente a pacientes con problemas ortopédicos, secuelas de quemaduras, enfermedades reumáticas, urológicas y de la piel, además de la atención a menores con cáncer.
Cabe señalar que el Hospital del Niño Poblano, desde su fundación, ha contado con el apoyo de Shriners, una organización filantrópica internacional que se dedica a ayudar a los niños con discapacidades físicas a través de redes hospitalarias.
Además, se trata de un hospital acreditado por la Dirección General de Calidad y Educación en Salud con 17 programas, entre los que destacan el trasplante de médula ósea, el trasplante renal, el implante coclear, el síndrome de Turner, la neonatología y la escoliosis.
Su valor social
Si bien su trabajo en el área pediátrica es incuestionable, el trabajo social que ha hecho durante más de tres décadas le ha permitido ser reconocido como un orgullo de los poblanos.
El Hospital del Niño Poblano no es el único en su tipo a nivel nacional, pues al menos en la zona centro existen otros hospitales de especialidad pediátrica en el sector salud.
Algunos ejemplos son el Hospital Pediátrico Moctezuma en la Ciudad de México, el Hospital Ángeles de México en la Ciudad de México, el Hospital Christus Muguerza Alta Especialidad en Nuevo León.
Sin embargo, la calidad de sus especialistas ha permitido que muchos menores sean canalizados a este nosocomio, incrementando el número de pacientes que tienen para atender.
De esta forma, podemos decir que el Hospital del Niño Poblano se ha consolidado como un centro de referencia nacional e internacional en el tratamiento de diversas afecciones pediátricas, gracias a su equipo médico especializado y su infraestructura moderna.
Este hospital es un ejemplo de la labor social y humanitaria que se hace en Puebla para garantizar el derecho a la salud de los niños y niñas, especialmente de los más vulnerables.