Empezó como un conflicto en Texas por la instalación de una malla de seguridad en los márgenes del río Bravo y en pocos días se volvió un tema nacional en Estados Unidos. La migración es tema recurrente en época electoral, los estados lo utilizan como presión política para que la federación les libere más recursos; mientras que los candidatos lo usan para atraer más votantes. Pero hay algo más, como siempre, la economía está en el trasfondo, se trata de un juego perverso del capitalismo.
En 1861, tras el triunfo electoral de Abraham Lincoln, siete estados se separaron de la Unión Americana y se hicieron llamar “Estados confederados”, estaban en contra del gobierno federal por su intención de prohibir la esclavitud. Eran estados del sur (Carolina del Sur, Misisipi, Florida, Alabama, Georgia, Luisiana y Texas) mayormente agrícolas con extensas plantaciones algodoneras. Por el contrario, en los estados del norte, fieles al gobierno de Lincoln, predominó la actividad industrial y la burguesía pretendía la abolición de la esclavitud, no por un carácter humanista, sino porque resultaba más económico contratar obreros libres que mantener esclavos.
La guerra de secesión (como se conoce a este conflicto) concluyó en 1864, los gastos fueron insostenibles para el sur; pero además era insostenible la continuidad del esclavismo frente a la consolidación del capitalismo. Cabe señalar que más de la mitad de la población esclava en Estados Unidos (origen africana) vivía en el sur; con la guerra muchos huyeron al norte e incluso fueron reclutados como soldados de la Unión, menos del 10% siguió en manos de esclavistas, reconstituir toda la masa de esclavos era económicamente inviable y terminó siendo más barato contratar obreros.
Esta contradicción ya la habían analizado Marx y Engels. Al esclavo hay que alimentarlo, sanarlo cuando enferme y evitar que muera (porque es ganado, como un caballo, un asno o un buey que no se le deja morir). Al obrero, por el contrario, lo pueden dejar morir porque no es propiedad del empresario, su muerte no representa una pérdida para la propiedad. Por eso el obrero se enfrenta a condiciones más miserables que los esclavos; se ganó la libertad, pero para morirse de hambre. Los estados del sur se convencieron económicamente de la ventaja capitalista del trabajador “libre”.
Ahora, Estados Unidos lleva a cabo una jugada muy similar que se resume en una frase “prohibir, pero permitir la migración”. Expliquemos con datos: EE.UU. tiene 332 millones de habitantes, de ellos, 63 millones tienen origen hispano; 46 millones no nacieron en Estados Unidos y más de 10 millones se encuentran indocumentados. Se estima que, a finales del 2023, el total de indocumentados tenía empleo y mantenía un volumen de consumo de servicios públicos mucho menor al volumen de impuestos que les retuvieron, es decir, lejos de ser una carga fiscal, son contribuyentes netos.
EE. UU. enfrenta un problema adicional, su tasa de natalidad disminuye, su población envejece rápidamente y muy pronto empezará a disminuir. La tasa de fertilidad, que indica el número de hijos por mujer cayó de 2.1 en 2008 a 1.7 en 2021 (último dato disponible), se estima que en 2022 y 2023 esta tasa continuó en descenso. Para que una población se mantenga a lo largo del tiempo, requiere una tasa de fertilidad mayor a 2.1. Si EE.UU. quiere recuperar su ritmo de crecimiento previo a la pandemia necesita aumentar su población, dado que su tasa de fertilidad está por debajo del nivel de equilibrio, hoy más que nunca requiere migrantes.
La migración ha sido un factor indispensable para el crecimiento económico de Estados Unidos y a pesar de negarse a formalizar un acuerdo migratorio, en los hechos lo ha solapado perversamente. Una gran cantidad de investigaciones científicas han documentado la “disminución” de la actividad de la patrulla fronteriza en épocas previas a la cosecha o a la siembra. Lo que supone acuerdos con los empresarios del sur para que puedan contar con fuerza de trabajo.
Texas es un claro ejemplo. Después de California es el estado más poblado (30.03 millones de habitantes) y la mayor proporción son migrantes. Actualmente 9 millones tienen más de 50 años de edad; para 2050 serán 17 millones, más del 50% de la población. En 2022 el crecimiento natural (número de nacimientos menos número de defunciones) fue de 118 mil personas, la cifra más baja de la historia. Sin embargo, recibió a 231 mil migrantes nacionales y 119 mil migrantes extranjeros. Para 2050 el crecimiento natural será negativo, habrá más muertes que nacimientos, porque su tasa de fertilidad también cayó por debajo del nivel de equilibrio (ver gráfica).
Elaboración propia con datos de United States Census Bureau
Si necesitan con urgencia migrantes, ¿por qué seguir manteniendo una política prohibicionista? Porque los migrantes indocumentados son mano de obra barata, reciben hasta 60% menos del salario que ganaría un trabajador con permisos legales. Por eso los gobiernos juegan ese doble papel para beneficiar a los empresarios y ellos extraigan una mayor tasa de plusvalía, o en otras palabras, ejerzan una alta tasa de explotación con el solapamiento legal.
Defendamos el trabajo digno y exijamos el trato respetuoso para nuestros compañeros migrantes, sin ellos Estados Unidos se hundirá muy pronto.
*Profesor-Investigador Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores
YouTube: #BandalaNomics