Su cercanía con el volcán provee al municipio de Atlixco de uno de los mejores climas del estado, lo que repercute directamente en la producción de flores, una de las actividades más fructíferas, especialmente cuando se habla de la colonia Cabrera.
Si bien el municipio de Atlixco es famoso por muchos atractivos turísticos, la producción de flores en sus viveros es una de las que más llama la atención durante todo el año. La mayoría de estos lugares albergan al menos medio centenar de especies diferentes de plantas, cuya producción se adapta según la época del año.
Para conocer más sobre estos viveros, Imagen Poblana platicó con el ingeniero Francisco Santiago Cruz, gerente general del Vivero Natura, uno de los más grandes que se encuentran en la colonia Cabrera, del municipio de Atlixco.
Francisco explica que el Vivero Natura tiene dos décadas ofreciendo sus servicios en el municipio de Atlixco, un lugar especial debido a su ubicación geográfica y las condiciones climáticas que ofrece para la floricultura, ya sea en vivero o cielo abierto.
En el caso de ellos, que trabajan bajo un esquema de viveros, explica que la producción está marcada por cuatro momentos diferentes a lo largo del año, coincidentes con las estaciones que todos conocemos: invierno, primavera, verano y otoño.
Francisco detalla que el año empieza para los floricultores con la producción del tulipán holandés, una flor de invierno que utiliza los últimos frentes fríos de la temporada para florecer y además se convierte en un producto muy cotizado para el 14 de febrero, día del Amor y la Amistad.
Una vez que culmina la temporada invernal, comienza la producción de otras flores que van más acorde a la temporada primaveral, como pueden ser las hortensias, petunias, clavelinas, entre otras.
Una vez que se acerca el verano, comienza la producción de plantas de sol, muchas de ellas de tipo silvestre que son muy famosas tanto por ser aromáticas como por su uso en la herbolaria, como la lavanda, ruda, albahaca, entre otras.
Antes de que comience a entrar el otoño, los productores de los viveros de Cabrera, en Atlixco, alistan una de las épocas más fuertes que tienen en el año con la venta de cempasúchil en maceta, para después cerrar con las tradicionales nochebuenas.
Durante la temporada del tulipán, el cempasúchil y la nochebuena, los viveristas se enfocan en la producción de estas plantas, pues son las que más demandan los clientes. Sin embargo, durante la primavera es cuando mayor número de especies llega a albergar un vivero, ofreciendo alrededor de 50 variedades diferentes de plantas.
En este sentido, el ingeniero Francisco destaca que este tipo de comercio se vuelve muy rentable en el municipio de Atlixco debido a la ubicación geográfica. Por muchos es conocido como uno de los mejores climas del estado e incluso de la zona centro del país.
Francisco explica que esto se debe en gran medida a la cercanía que hay con el volcán Popocatépetl, ya que esto forma un valle donde el clima es fresco y el deshielo de las montañas les proporciona agua suficiente para llevar a cabo la floricultura.
"Hemos mencionado que somos bendecidos por este clima. La cercanía con el volcán nos da que el clima sea fresco y nos ayuda mucho; el volcán nos provee de agua todo el año. Entonces, las condiciones aquí en esta región de Cabrera son muy buenas", enfatizó el ingeniero Francisco.
Es por ello que considera que la floricultura es una de las principales actividades económicas en el municipio de Atlixco. La mayoría de los viveros son negocios familiares que dan empleo a otras personas, promueven el turismo y detonan el consumo local.
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