Ayer, el Congreso Local aprobó una reforma a la Ley de Desarrollo Económico Sustentable del Estado de Puebla, con la que se pretende dar más facultades a la Secretaría de Economía, pero también apoyo a los grupos empresariales. Entre estos, se busca dar más impulso a los llamados “clústeres”, un concepto que ha cobrado más relevancia en la economía local, pero no son del todo conocidos.
De acuerdo con el subsecretario de Economía del Estado, Héctor Arronte Calderón, los clústeres en Puebla aportan el 92 % del Producto Interno Bruto (PIB) y generan cerca del 60 % de los empleos formales de la entidad. Es por esto que en meses recientes se ha buscado darles mecanismos para fortalecerse y que sigan aportando más a la economía local.
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Sin embargo, para muchas personas todavía es desconocido a qué se refiere la palabra clúster, o más importante, cuál es su relevancia y cómo se conforman. De igual forma, tampoco es clara cuál es su importancia en el estado, ni mucho menos, cuáles existen en Puebla y qué ramas abarcan.
¿Qué es un clúster?
La palabra clúster es un anglicismo que traducido al español significa agrupación o conglomerado, pero en el contexto empresarial se refiere a grupos empresariales situados en un espacio geográfico determinado que comparten rasgos y se dedican a una misma rama. Estos van desde empresas centrales, proveedores especializados, de servicios, industrias capacitadoras, socios comerciales y todas las corporaciones que se interconectan y se hacen crecer mutuamente.
Uno de los ejemplos más claros de lo que es un clúster es el caso de Silicon Valley, en California, donde se congregan las empresas más importantes que apuestan por la innovación tecnológica. Ahí se juntan desarrolladores de software, pero también los de hardware, proveedores de semiconductores esenciales para la industria y los productores de equipo electrónico, entre muchos otros.
Estos pueden aglomerar grandes números de empresas, o apenas un pequeño grupo de un mismo sector, pero en la mayoría de los casos deben cumplir con tres características comunes: comunidad, concentración y conectividad.
La comunidad hace alusión a que las empresas operan en un sector determinado, mientras que la concentración habla de que estas industrias se ubican en un espacio geográfico compartido, lo que facilita la comunicación e interacción entre ellas, y finalmente, la conectividad significa que cooperan entre sí y se relacionan.
La importancia de los clústeres radica en que, al compartir espacio, modifican la economía del lugar en que se establecen, ya que la cercanía otorga varias ventajas competitivas, como la reducción de costos en traslados, una mejora en la capacidad de producción y el uso eficiente de los recursos con que se disponen.
De igual forma, cuando están formalmente constituidos, suelen recibir apoyo de gobiernos y se convierten en la primera vía laboral y de cooperación para las universidades y centros de investigación. Otra de las ventajas de estos, es que priorizan la innovación tecnológica y mejoran la competitividad.
Gracias a esto, son capaces de influir en la economía de un lugar y se fomenta la cooperación entre los gobiernos y la iniciativa privada para la atracción de más capital y nuevas empresas y otros clústeres.
Aunque todos se refieren a agrupaciones de un sector específico, existen varios tipos de clústeres. Por ejemplo, los clústeres verticales, es decir, aquellos que juntan empresas que se entrelazan por cadenas de suministros; por otra parte, un clúster horizontal alude a las empresas que comparten conocimientos comunes, mercado, tecnologías y talento humano similar.
Clústeres que ya existen en Puebla
De acuerdo a Héctor Arronte, a inicios del 2019 en Puebla solo existía un clúster empresarial y había dos en desarrollo, pero a día de hoy se cuenta con 21, 14 ya establecidos que agrupan más de 390 empresas, más siete que están en formación. Estos van de ramas como los tecnológicos, industriales, textiles, agroalimentarios y fabricación de muebles.
El más conocido y grande de Puebla es el clúster automotriz, que dio sus primeros pasos con la construcción de la planta armadora de Volkswagen en 1964. Con ella se iniciaron otras empresas dedicadas a proveer de insumos a la empresa del “Vocho”. Posteriormente, en 2016 se inauguró formalmente la armadora Audi, con lo que este clúster creció en número y relevancia.
Actualmente se estima que en Puebla hay cerca de 80 empresas afiliadas al clúster automotriz de la entidad. De manera general, en Puebla hay cerca de 276 empresas dedicadas a la industria automotriz, por lo que, a pesar de estar en otro estado, se estima que con la llegada de Tesla, el sector se fortalecerá también en Puebla.
Por otra parte, el clúster agroalimentario está conformado por un total de 59 empresas de su rama, con el objetivo de fomentar la producción de productos de consumo alimentario de manera sustentable. Otro de sus objetivos también es servir como facilitador para las exportaciones a países de Asia y Europa.
Finalmente, el clúster de la industria textil agrupa a 25 empresas, con el distintivo de que se extiende por varios municipios, desde la capital del estado hasta Tehuacán, pero también en otros como Huejotzingo y Teziutlán. Otro que se ha fortalecido en los últimos años es el de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, también conocidas como TIC’s, que ya aglomera a 120 empresas.