El sombrío panorama que se vislumbra para Audi México

El sombrío panorama que se vislumbra para Audi México

Foto: Enfoque

Finalmente ocurrió, la armadora de autos Audi se fue a huelga luego de no llegar a un acuerdo con el Sindicato Independiente de Trabajadores de Audi de México (SITAUDI), que pedía un aumento salarial y de prestaciones equivalente al 15.5 % de lo ya percibido. Es un contratiempo más para una empresa que se enfrenta a un panorama desfavorable, no solo en Puebla, sino en la rama automotriz.

 

Ayer, más de 4,000 trabajadores de la planta de Audi, ubicada en el municipio de San José Chiapa, iniciaron la huelga en punto de las 11:00 horas tras la negativa de la empresa a dar el aumento solicitado, pues solo accedieron a un 6.5 %. Por si fuera poco, más de 2,000 empleados de las empresas que surten a Audi también entraron en paro, lo que afectó completamente a otras áreas de la armadora.

 

Además de esto, la armadora de los cuatro aros se enfrenta a un contexto que pone en vilo su futuro, pues antes de la huelga, la empresa ya atravesaba un momento difícil frente a la llegada de otras marcas y más armadoras que comprometen su competitividad.

 

En primer lugar, su línea de autos se distingue por ser una de las más caras del mercado, pues si bien hay otras más costosas, su promedio de costo es elevado. Por ejemplo, el modelo Audi A1, alcanza los 600,000 pesos por unidad, y de ahí el resto suben y suben en precio. El A3 cuesta más de 690,000 pesos, el A4 más de 874,000, el A5 974,000 pesos, y el más caro supera los 2’244,000 pesos.

 

Esto contrasta con otras marcas que son más usadas y accesibles para el grueso de la población. Marcas como Renault, KIA, Hyundai y Nissan ofrecen modelos con precios que van de los 230,000 a los 280,000 pesos, lo que las hace mejores opciones de compra que Audi.

 

A esto se suma la incursión de otras empresas de la rama automotriz que poco a poco ganan terreno a Audi y sus similares, además de que ofrecen modelos de movilidad eléctrica. Ejemplo de esto es la empresa Build Tour Dreams (BYD), de China, que en los últimos meses ha ganado fuerza en la industria automotriz, pues ofrecen autos de gama alta, eléctricos y a precios asequibles.

 

Modelos como el BYD Dolphin o el BYD Seagull, registran costos de 535,990 pesos y 400,000 pesos cada uno, siendo los más accesibles en cuanto a movilidad eléctrica. Aunque esta empresa todavía es poco conocida, la realidad es que se ha instalado fuerte en el sector, al grado de que en el cierre del 2023 registró mejores números que Tesla, el líder en autos eléctricos.

 

La competencia de las marcas chinas representa un reto para Audi, que ha perdido participación de mercado frente a estas opciones más económicas y con prestaciones similares. De acuerdo a datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), los autos asiáticos son el 15.1% del mercado en nuestro país. Además de BYD, que incluso se vende en tiendas como Liverpool, otras marcas que llegan son Chirey, JAC, MG Motor y BAIC.

 

Y es precisamente la movilidad eléctrica lo más nuevo que se busca usar a futuro, razón por la cual en México se abrirá próximamente una planta de la armadora Tesla. Para la segunda mitad del 2025, se prevé que la empresa de Elon Musk ponga en prueba su plataforma de autos de nueva generación en su planta de Austin, Texas, y de ahí se darían los inicios de obras en México.

 

Con esto, no solo se acercaría más los modelos a nuestro país, sino que se instauraría un nuevo competidor para Audi, lo que los golpearía directamente en los próximos años, pues también pretende llegar con autos a precios más accesibles.

 

Todo lo anterior se da en un momento en el que Audi registra intermitencias en su producción, ya que en el 2022 capacidad de armado llegó apenas a 178,128. Por otra parte, en el 2023, al menos hasta noviembre tenían contabilizadas 149,235 unidades, ya incluyendo el modelo Audi Q5.

 

Ante este contexto, Audi tendrá que encontrar la mejor manera de mantenerse en el mercado mexicano, donde en se enfrenta a una fuerte competencia con todo tipo de marcas, sumado a una demanda cambiante y la crisis laboral recién iniciada, cuyo final no se vislumbra en lo inmediato.

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