El asesinato del revolucionario y periodista Julio Antonio Mella, ocurrido en la Ciudad de México hace 95 años, todavía causa indignación y protesta en el medio cubano que le ha dado un lugar apenas alcanzado por José Martí. Julio Antonio, a sus casi 26 años, fue perseguido y asesinado por el tirano Gerardo Machado, a quien asustó sin duda, la radiante juventud del también político, con méritos de lucha que afectaban las ansias de poder del dictador. La embajada cubana y cubanos residentes en México, conmemoraron aquel terrible acontecimiento. El hecho recuerda la estrecha relación que tuvo Mella con la famosa fotógrafa italiana Tina Modotti, a quien torpemente, algunos quisieron vincular con el asesinato, cosa que ha sido comprobada como falsa.
OCTAVIO PAZ CENSURÓ A PONIATOWSKA POR UN LIBRO SOBRE TINA
Ya hemos mencionado en otra ocasión la amistad suspendida por diez años, entre el Nobel Octavio Paz y la escritora Elena Poniatowska, porque el poeta se enojó por el libro Tinísima (Era 1992, 663 páginas) que ella escribió. “Esas mujeres”, dijo despectivo. Poniatowska lo menciona en su libro Las palabras del árbol. Sorprende sobre Paz, porque el mismo hizo una excelente revaloración de Sor Juana en Las Trampas de la fe. En torno a Tina, esta actitud fue muy reiterada en un machismo que se negaba a reconocer el gran talento de esa mujer, que a la par tenía una concepción política de izquierda por la cual luchaba.
TINA MODOTTI TAMBIÉN UNA MUJER PERSEGUIDA MURIÓ EN MÉXICO
El arte fotográfico de Modotti ha sido ampliamente reconocido y en su país en cada exposición genera impacto. En México la tuvimos en 2015 en el Museo de Arte Moderno, junto con el fotógrafo Weston. Fue muy comentado el que la curadora Siylvia Navarrete, defendiera el lugar que debería de ocupar la italiana, en una exposición fotográfica de dos, en la que la querían poner en otro nivel. El acto fotográfico llamado Fascinación, fue exhibido como Modotti-Weston y terminó siendo un gran acontecimiento.
UNA OBRA FOTOGRÁFICA Y UNA VIDA, EN LIBROS Y EN REDES
El trabajo literario en torno a Tina es extenso y son muchos los libros que han abordado su vida y su obra. El escritor chileno José Ignacio Valenzuela (La mujer infinIta SUMA, Santillana Ediciones Generales 2010) habla de los 166 mil enlaces que halló en Google en cuestión de segundos sobre Tina. El título de la obra puede remitir a la exposición del 2015 porque trata de la fascinación y cambio que sufre el guionista Pablo Cárdenas, personaje de la novela, por la fotógrafa italiana, que lo lleva finalmente a una determinación trágica. Es una maquinación extraña en la que la propia Tina impele al escritor, a matizar su historia y a revivir en ella a su amado Julio Antonio Mella. Y es a lo largo de sus 230 páginas que va configurando la historia de esta mujer fascinante, su llegada a México, sus tempestuosos amores con el revolucionario cubano, el asesinato de éste por las fuerzas del dictador Gerardo Machado, la presencia de Diego Rivera y un sinfín de datos ya conocidos, pero entreverados en el escrito con sensibilidad y maestría. La novela se nutre, además, de los temas de la homosexualidad y la esterilidad como puntos adyacentes, de una lucha social en la primera y un lamento en la segunda. Una novela compleja.