Las bicicletas son un medio de transporte ecológico, económico y saludable, que cada vez gana más adeptos en la ciudad de Puebla; sin embargo, no todos los ciclistas conocen o respetan el reglamento de tránsito que regula su circulación por las vías públicas.
Según el Reglamento de Tránsito, Movilidad y Seguridad Vial del Municipio de Puebla, los ciclistas tienen preferencia sobre los autos al circular en el carril de extrema derecha, siempre y cuando no exista una ciclovía o un carril confinado para su uso exclusivo.
Esto quiere decir que los ciclistas deben respetar las señales de tránsito, los semáforos, los límites de velocidad y las indicaciones de los agentes de tránsito, asimismo deben usar casco, chaleco o ropa reflectante, luces delanteras y traseras, y timbre o campanilla.
También se estableció que los ciclistas no pueden circular por las aceras, los camellones, las banquetas, las zonas peatonales, los pasos a desnivel, los puentes o los túneles, salvo que exista una señalización que lo permita.
Tampoco pueden circular en sentido contrario, zigzaguear, rebasar por la derecha, sujetarse de otros vehículos, transportar objetos que dificulten la visibilidad o el equilibrio, o llevar más de una persona, salvo que se trate de menores de edad o personas con discapacidad.
Aunque rara vez se aplican las reglas, los ciclistas que infrinjan el reglamento de tránsito pueden ser sancionados con una multa de 10 a 20 veces el valor de la Unidad de Medida y Actualización (UMA) vigente y su bicicleta puede ser remitida al depósito municipal, y deberán pagar los gastos de arrastre y estancia.
Circular en bicicleta por la ciudad implica una serie de riesgos y beneficios, tanto para los ciclistas como para el resto de los usuarios de la vía pública.
Por un lado, los ciclistas están expuestos a accidentes, atropellamientos, robos, asaltos, o agresiones por parte de los conductores de vehículos motorizados, que muchas veces no respetan su espacio ni su preferencia.
Por otro lado, los ciclistas contribuyen a reducir la contaminación, el tráfico, el ruido, y el consumo de combustibles fósiles, además de mejorar su salud, su estado de ánimo, y su economía.
Por ello, es importante que los ciclistas conozcan y cumplan el reglamento de tránsito, que se protejan con el equipo adecuado, que circulen con precaución y cortesía, y que denuncien cualquier abuso o violación de sus derechos.
Asimismo, es necesario que las autoridades promuevan y faciliten el uso de la bicicleta, que amplíen y mejoren la infraestructura ciclista, que eduquen y concienticen a los conductores de vehículos motorizados, y que garanticen la seguridad y el bienestar de los ciclistas.