El Sistema Estatal DIF (SEDIF) es una de las áreas más importantes de la administración estatal pues una de sus funciones tiene que ver con la asistencia de menores que, por múltiples razones, quedan desamparados y requieren intervención para su cuidado, alimentación y educación.
El SEDIF lleva a cabo este trabajo a través de las casas de asistencia, espacios que se encargan de asistir aproximadamente a 300 menores de edad en la entidad y les brinda desde atención médica y psicológica, hasta educación y actividades de esparcimiento.
Gaby Bonilla, presidenta honoraria del patronato del Sistema Estatal DIF, platicó para Imagen Poblana sobre las casas de asistencia con las que cuenta el SEDIF a fin de poder conocer un poco más de ellas, pues muchas personas desconocen su contribución a la sociedad.
Primero, es necesario saber que Puebla cuenta con varias casas de asistencia, aunque una de las más conocidas es la Casa de la Niñez, donde pueden permanecer los menores recién nacidos hasta los 12 años y 11 meses.
Dependiendo de las condiciones por las cuales el menor haya llegado aquí, se les brinda atención médica o psicológica, incluso cuando tienen algún tipo de discapacidad, ya que cuentan con convenios con instituciones que ofrecen sus servicios de forma gratuita.
La mayoría de los menores con discapacidad son canalizados a Casa de Ángeles, donde incluso hay algunos adultos que siguen siendo beneficiarios pues no cuentan con algún familiar que pueda velar por ellos.
También está el hospital psiquiátrico infantil, donde algunos de los pacientes siguen recibiendo atención incluso cuando ya son adultos, con personal especializado para cada trastorno.
Finalmente, está la Casa del Adolescente, donde residen menores desde los 13 hasta los 17 años y 11 meses, cuya sede actualmente está a un costado de la Casa de la Niñez, aunque en próximos meses será reubicada al municipio de Cuautlancingo.
Gaby Bonilla explicó que los menores que están a resguardo del SEDIF en casas de asistencia, están bajo una vigilancia constante y se busca darles los mejores cuidados hasta que puedan ser adoptados o reintegrados a sus familias, cuando se trata de situaciones de violencia.
La presidenta explicó que incluso en las casas de asistencia se ha tenido la oportunidad de recibir a niños migrantes que viajaban solos, por lo que la atención que reciben debe de ser distinta a la de los adultos sin importar su condición migratoria.