¿El aumento del IEPS será suficiente para reducir el consumo de refrescos y cigarros?

¿El aumento del IEPS será suficiente para reducir el consumo de refrescos y cigarros?

Foto: Enfoque

El Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) es un gravamen que se aplica a productos considerados perjudiciales para la salud o el medio ambiente, como los refrescos y los cigarros.

 

Su objetivo principal es generar ingresos para el gobierno y desincentivar el consumo de estos productos, los cuales están asociados a enfermedades como la diabetes, la obesidad y el cáncer.

 

Según datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el IEPS a los refrescos y los cigarros se ha actualizado cada año conforme a la inflación, y para 2024 aumentará un 4.3 %.

 

Con este incremento, el impuesto pasará de 1.5086 pesos a 1.5737 pesos por litro de refresco o bebidas con azúcares añadidos, y de 0.59 pesos a 0.6166 pesos por cigarrillo de tabaco.

 

A pesar de este aumento, algunos expertos consideran que el IEPS es insuficiente para reducir el consumo de refrescos y cigarros, ya que los precios finales de estos productos dependen de otros factores, como la oferta, la demanda y la competencia.

 

Además, señalan que el IEPS no es un impuesto progresivo, es decir, afecta más a las personas de menores ingresos, quienes son los principales consumidores de estos productos.

 

Por otro lado, algunos estudios han mostrado que el IEPS sí ha tenido un impacto positivo en la salud pública, al disminuir el consumo per cápita de refrescos y cigarros, y al aumentar la recaudación fiscal destinada a programas de prevención y atención de enfermedades crónicas.

 

Asimismo, han sugerido que el IEPS podría ser más efectivo si se complementa con otras medidas, como campañas de educación, regulación de la publicidad y el etiquetado, y subsidios a productos saludables.

 

En conclusión, el IEPS es un impuesto que busca desalentar el consumo de refrescos y cigarros, pero enfrenta limitaciones y desafíos para lograr su objetivo. Por ello, se requiere una política integral que involucre a todos los sectores de la sociedad y que promueva hábitos de vida saludables para mejorar la calidad de vida de la población.

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