La que es nombrada por muchos como la nueva gran rivalidad del futbol mexicano no defraudó en lo más mínimo durante sus más de 180 minutos de juego, permitiendo el empate durante la ida en el inmueble del Universitario que la cancha del Estadio Azteca fuera una completa locura desde las gradas, habiendo un evidente apoyo hacia un club América que tuvo que trabajar mucho el partido para poder conseguir el anhelado título catorce en su historia.
El partido fue muy parejo con oportunidades claras de gol por parte de ambos equipos, pero las grandes intervenciones de Luis Malagón y Nahuel Guzmán extendían el global a un tanto hasta la recta final del encuentro, siendo la expulsión de Raymundo Fulgencio al minuto 80 la que abriera el partido, mostrándose un América más agresivo, aunque no con el tiempo suficiente para plasmarlo en el marcador ya que el silbatazo final se acercaba para indicar la llegada de los tiempos extras.
Las Águilas aprovecharon la ventaja numérica y en tan solo unos cuantos segundos del primer tiempo extra el gol de Julián Quiñones ponía en ventaja a los locales, extendiéndose las oportunidades para los de Coapa con la desesperación de los Tigres que condujo a Nahuel Guzmán hasta la expulsión, capitalizando el América el desastre del contrincante para marcar dos goles más a cuenta de Richard Sánchez y Jonathan Rodríguez.
El titulo catorce del América llegó para que este club reafirme su estatus como el máximo ganador de liga en el futbol mexicano, alejándose un poco más de las Chivas que son su más cercano perseguidor, arruinando de paso el posible bicampeonato de los Tigres con una postal de Henry Martin y Miguel Layún alzando la copa en un Estadio Azteca que pronto iniciara su proceso de remodelación para lo que será la Copa del Mundo en el 2026.
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