Las posadas son parte esencial de las festividades decembrinas y la gran estrella de estas celebraciones suelen ser las piñatas, las cuales son una de las tradiciones que se preserva a pesar del paso de los años.
Esmeralda Velásquez es una fabricante y vendedora de piñatas que forma parte de un legado familiar de 34 años, durante los cuales han visto como esta tradición se preserva de padres a hijos.
Aunque muchas tradiciones se han ido perdiendo con el paso de los años, aparentemente las piñatas gozan de cabal aceptación, pues no solamente se mantienen sus ventas, sino que incluso han aumentado.
En entrevista con Imagen Poblana, Esmeralda detalla que las piñatas no han dejado de venderse, incluso durante los últimos años en los que las festividades decembrinas se vieron alteradas por la pandemia de covid-19.
De acuerdo con Esmeralda, durante la última década la venta de piñatas se ha mantenido y algunos años incluso ha crecido, lo cual demuestra que se trata de una tradición que continúa muy viva.
En su caso detalló que no solamente vende las piñatas que fabrica en su establecimiento del mercado Venustiano Carranza, en la ciudad de Puebla, sino que además surte a otros comerciantes.
Esmeralda explicó que sus piñatas se llegan a comercializar cada año en otros mercados de la capital, además su clientela se mantiene pues han logrado mantener sus precios por varios años.
La fabricación de una piñata para ellos puede ser de hasta 20 minutos, una vez que ya se tiene armada la estructura y los conos, los cuales aún se pegan con el tradicional engrudo.
En el caso de Esmeralda, fabrica y vende piñatas en cuatro tamaños diferentes: chica, mediana, grande y jumbo.
La piñata chica, la grande y la jumbo se elaboran exclusivamente en cartón y cuestan 70, 300 y 600 pesos; en tanto que la piñata mediana se vende en 160 pesos de cartón y 180 pesos de barro.
Las piñatas de tamaño grande y jumbo no se fabrican en base de barro debido a que el peso sería demasiado y esto resulta poco práctico al momento de amarrar una piñata para romperla.
Además, explicó que la mayoría de las personas buscan una piñata de tamaño mediano, pero para evitar posibles accidentes optan por adquirir la elaborada con cartón.
Respecto a sus previsiones para este año, señaló que las ventas comenzaron a aumentar desde el pasado 8 de diciembre, cuando comenzaron a comercializar sus primeras piezas.
Sin embargo, consideró que se mantendrán igual que el año pasado y será hasta después del 16 de diciembre que pueda saber si habrá un aumento como ha ocurrido en otros años.