El ponche de frutas es una de las bebidas más populares y esperadas en las fiestas decembrinas, pero también una de las que más ha sufrido el impacto de la inflación y el alza de los precios de los productos básicos.
Según datos del Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados de la Secretaría de Economía, el costo estimado de los ingredientes para elaborar el ponche se ha incrementado en 50 % en comparación con el año pasado.
Para preparar un ponche tradicional, se necesitan frutas de temporada como manzana, guayaba, tejocote, caña de azúcar, ciruela pasa, flor de jamaica, canela y piloncillo. Estos productos han registrado aumentos significativos en sus precios debido a factores como la escasez, la demanda, el clima y el transporte.
Por ejemplo, el kilo de manzana pasó de 35.26 pesos en 2022 a 50 pesos en 2023; el de guayaba de 25 a 34.90 pesos; el de tejocote de 10 a 25 pesos; el de caña de azúcar de 15.60 a 22.90 pesos; el de ciruela pasa de 120 a 200 pesos; el de flor de jamaica de 60 a 150 pesos; el de canela de 79.90 a 89 pesos y el de piloncillo de 33 a 53 pesos.
Esto significa que preparar un ponche que incluya todas estas frutas podría costar más de 380 pesos, sin contar el agua, el gas y el alcohol que algunos le agregan para darle un toque especial; sin embargo, el precio puede variar dependiendo de la zona, el establecimiento y la calidad de las frutas.
Ante esta situación, algunos consumidores optan por reducir la cantidad o la variedad de frutas, sustituir algunos ingredientes por otros más baratos o comprar el ponche ya hecho en puestos ambulantes o establecimientos comerciales.
Otros, en cambio, prefieren mantener la tradición y no escatimar en el sabor de esta bebida que, según dicen, es parte de la magia de la Navidad.