Enfurecidos aficionados al Santos de Brasil causan disturbios tras histórico descenso

La última jornada del torneo brasileño de futbol se convirtió en una pesadilla para el Santos, ya que su derrota de este miércoles significó el histórico descenso del equipo paulista, recordado por la presencia de Pelé entre 1956 y 1974. Tras el silvatazo final, el estadio Urbano Caldeira en Sao Paulo fue testigo de varios incidentes caóticos que se extendieron más allá de las gradas.

Cuando Fortaleza marcó el gol decisivo para el 2-1 en contra de Santos, los aficionados reaccionaron lanzando objetos, invadiendo el campo y vandalizando la taquilla del estadio. Más tarde, la situación se intensificó en las inmediaciones, donde los disturbios incluyeron el incendio de varios vehículos, entre ellos uno perteneciente a familiares del jugador del club, Stiven Mendoza, además de al menos tres vehículos más.

La respuesta policial no se hizo esperar, con la intervención de la Tropa de Choque local, la caballería, además de vehículos y un helicóptero de la Policía Militar que sobrevoló la zona para controlar la situación. Se lanzaron gases y bombas paralizantes, afectando tanto a los hinchas como a periodistas y empleados del club, quienes tuvieron dificultades para respirar.