Cómo rehabilitar las papilas gustativas: adiós a los ultraprocesados

Cómo rehabilitar las papilas gustativas: adiós a los ultraprocesados

Foto: FreePik

Las papilas gustativas llegan a sabotear la elección de los alimentos, esto como consecuencia de los productos ultraprocesados. Sin embargo, se pueden rehabilitar para dejar la ansiedad de comer más alimentos.

 

Angela Snyder, nutrióloga de bienestar del Hospital Houston Methodist, explicó a NotiPress que los fabricantes de alimentos invierten mucho tiempo y dinero creando productos multisensoriales. Así, se da como resultado productos ultraprocesados que pueden manipular las papilas gustativas y activar los centros de recompensa en el cerebro.

 

Generalmente, los alimentos procesados contienen azúcar agregada, sal y grasas saturadas en las cantidades correctas. Estos son aditivos que hacen al paladar esperar con ansias. Los alimentos enteros y ricos en nutrimientos tienden a no tenerlos, pero para poder disfrutarlos se podrían reiniciar las papilas gustativas.

 

El consumo excesivo de azúcar agregado, sal y grasas saturadas en los alimentos procesados pueden dañar la salud. Grandes cantidades de azúcares agregados podrían conducir el aumento de peso e incrementan el riesgo de enfermedades crónico-degenerativas.

 

Consumir altas cantidades de sal pueden causar riesgos a la salud a largo plazo, como presión arterial alta, enfermedades cardíacas y daño en los riñones. Por su parte, las grasas saturadas aumentan el colesterol en la sangre, conduciendo a enfermedades del corazón.

 

La mayoría de los alimentos procesados que se ven en el supermercado contienen estos aditivos, lo cual lo hace más difícil de evitar. Durante años, las papilas gustativas han sido entrenadas por sabores ultradulces o salados, por lo cual cuando no se encuentran se come sin satisfacción.

 

Una solución es la rehabilitación de las papilas gustativas para que el paladar reconozca la satisfacción de la dulzura natural, salinidad y riqueza de los alimentos naturales. Durante esta rehabilitación se busca hacer consciencia sobre cuáles provienen de la naturaleza y cuáles son ultra o mínimamente procesados, explicó Snyder.

 

Durante esta etapa es fundamental hacer intercambios más saludables para que las papilas gustativas se ajusten gradualmente. Así, apreciarán eventualmente la dulzura de una zanahoria o pimiento, la salinidad de un pescado y la riqueza de un aguacate.

 

Volver a entrenarlas puede tomar un poco más de tiempo, pero hacerlo valdrá la pena. El Hospital Houston Methodist, compartió a NotiPress cinco pasos para restablecer las papilas gustativas.

 

Leer las etiquetas nutricionales

 

Tomar en cuenta la cantidad de azúcar agregada, sal y grasas saturadas será fundamental. Esto se puede encontrar en las etiquetas de nutrición, según Snyder en cuanto menos ingredientes haya, menos procesados contiene. La American Heart Association recomienda limitarse a:

 

  • 24 gramos de azúcar añadida por día para las mujeres; 36 gramos para hombres
  • 2,300 miligramos de sal por día; menos si tienes presión arterial alta o una afección cardíaca
  • 11 a 13 gramos de grasa saturada por día (para alguien que come una dieta de 2,000 calorías)

 

Realmente se deben leer las etiquetas

 

Estos aditivos se podrán encontrar en los panes, condimentos, cremas de café, barritas energéticas, carnes envasadas, mayonesas, bebidas deportivas, entre otros. La cantidad de aditivos en estos alimentos puede no parecer inmediatamente alarmante, pero en pequeñas dosis puede tener un impacto acumulativo.

 

Intercambiar alimentos procesados por integrales

 

Cuando se sepa la cantidad de azúcar, sal y grasa que hay en los alimentos procesados, se deberá de comenzar a cambiarlos por otros más saludables. Las verduras y frutas deben de ser el pilar de las dietas y las proteínas deben de ser lo menos procesadas, como pollo fresco, pavo, pescado o carne de res.

 

Reconciliarse con sabores más allá del dulce y salado

 

Si el paladar busca más sabores durante el reseteo de papilas, hay otras opciones como las hierbas y especias. En ese sentido, se puede considerar el ajo, tomillo, orégano, cayena, cebolla, entre otros.

 

Los edulcorantes artificiales son comunes para endulzar, y aunque no sean azúcar, también pueden alterar el paladar. Por lo cual, Snyder recomendó reducir la cantidad de este sustituto durante el día.

 

Aprecia el nuevo paladar

 

Es importante apreciar el cambio, pues algunos alimentos se llegarán a sentir muy dulces o muy salados a lo largo de la rehabilitación de las papilas gustativas. (NotiPress)

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