FIL de Guadalajara: espacio para la cultura, literatura… y bochornosos momentos

FIL de Guadalajara: espacio para la cultura, literatura… y bochornosos momentos

Foto: NotiPress y FreePik

Las ferias de libros son espacios en donde lo más importante es la difusión literaria y el fomento a la cultura de la lectura, aunque en los eventos de mayor afluencia algo común es que los reflectores se los lleven otro tipo de sucesos. Esto sucede con frecuencia en espacios como la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, pues en más de una ocasión los reflectores quedan lejos de los libros.

 

Personajes de la política, los propios autores y demás figuras públicas han sido objeto de escrutinio en la FIL de Guadalajara; el caso más reciente es el de la aspirante a la presidencia Xóchitl Gálvez Ruiz. En la edición más reciente que inició este fin de semana, la panista fue invitada a la mesa de diálogos “Mujeres al poder: El rumbo de México”, donde compartió espacio con la periodista Patricia Flores.

 

La periodista le cuestionó a Xóchitl Gálvez acerca del libro que le escribió Raciel Trejo y, para sorpresa de muchos, la senadora ni siquiera pudo recordar el nombre. El nombre del texto es “Xóchitl Gálvez: Soy cabrona y media…salvar a México, la visión de una candidata ciudadana”. Por si fuera poco, al finalizar el evento dijo que nunca había escuchado nada del libro y ni siquiera sabía nada del autor.

 

 

Si bien este es un momento que dejó mal posicionada a la candidata presidencial, no ha sido la única figura de la política que se ve envuelta en un bochornoso momento en la FIL de Guadalajara. Casi al mismo tiempo el candidato de Movimiento Ciudadano, Samuel García, recordó al expresidente Enrique Peña Nieto, pero también tuvo una “pifia” al momento de hacer una recomendación.

 

El emecista, en un intento de mostrar su sapiencia en las obras que más influyen en la política, recomendó la lectura del libro “El Federalista”, según él, escrito por “Hamilton, James y Maddison”. Este libro habla sobre la Constitución de los Estados Unidos, pero los verdaderos autores fueron Alexander Hamilton, James Madison y John Jay, es decir, Samuel García refirió que James Madison eran dos personas.

 

Quizá el caso más recordado ocurrió hace 12 años con el expresidente Enrique Peña Nieto, medio año antes de su victoria en las urnas cuando le cuestionaron acerca de los libros que han marcado su vida y no fue capaz de responder.

 

El 3 de diciembre de 2011, Peña Nieto, entonces candidato presidencial del PRI, fue invitado a un panel en el que simplemente le pidieron que diera parte de los tres libros que para él fueron los más influyentes en su vida. Entre tartamudeo y dudas, el priista respondió que eran “la BibliaLa Silla del Águila y otro más cuyo nombre no recordaba en el momento”.

 

Por si fuera poco, sobre el libro de “La Silla del Águila”, dijo que era obra del autor Enrique Krauze, cuando en realidad es de Carlos Fuentes. Este fue uno de los momentos que marcó la campaña presidencial de Peña Nieto, pero no fue suficiente para impactar lo suficiente en la contienda electoral.

 

En la edición del año pasado la “víctima” de los juicios fue una diputada federal por Morena, la empresaria Patricia Armendáriz. El 29 de noviembre de 2022, la legisladora también participó en el foro “Mujeres al poder: El rumbo de México”, pero en lugar de seguir la discusión sobre el eje central, las mujeres, prefirió defender las políticas de la 4T y, todavía más, defendió las decisiones de López Obrador.

 

Como era de esperarse, los asistentes al evento, principalmente estudiantes, abuchearon a la diputada, pero lejos de recular o apaciguar el momento, Armendáriz se enganchó contra la gente y mostró su enojó, empezó a levantar la voz en contra de sus detractores y terminó su intervención alejando el micrófono en un claro gesto de hartazgo y frustración.

 

En cuanto a los autores que han dado de qué hablar, uno de los escenarios más recordados es el del escritor peruano Alfredo Bryce Echenique, quien en 2009 fue acusado de plagio en diversos artículos publicados con su nombre, algo que inclusive le valió para ser sancionado en su país. A sabiendas de esto, en 2012 la FIL de Guadalajara le otorgó el Premio de Literatura en la categoría de Lenguas Romances, lo que significó varias críticas para los organizadores por darle el premio a un personaje acusado de robo intelectual.

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