La disputa por el futuro de las IA: ¿por qué es importante lo que pasa en OpenAI?

La disputa por el futuro de las IA: ¿por qué es importante lo que pasa en OpenAI?

Foto: Unsplash

A mediados del 2022 el mundo conoció de lo que es capaz la inteligencia artificial (IA) con el ChatGPT, un sistema de lenguaje inteligente, aunque algo que muchos ignoran es la empresa detrás de su creación: OpenAI. En los últimos días esta empresa se vio inmersa en una crisis debido al despido de su director ejecutivo, Sam Altman, creando un panorama incierto acerca del control de las IA. 

 

El 17 de noviembre se dio a conocer el sorpresivo despido de Sam Altman de OpenAI, la empresa de tecnología que cofundó y en la que fungía como CEO, lo que abrió un vacío en el control de estas herramientas. Junto a él también se dieron amenazas de renuncias masivas, pues pedían su regreso y la renuncia de toda la junta directiva que lo echó. 

 

OpenAI fue fundada en 2015 por Sam AltmanElon Musk y Peter Thiel, entre otras personas que crearon, además del ChatGPT, otras páginas como GYMRobo SumoDalle-E y Spinning Up, todas plataformas que se basan en el uso de IA. Como otras de esta rama, OpenAI es financiada por otras organizaciones como Microsoft, la empresa con mayor inversión. 

 

Tras el despido de Altman se dio a conocer que Microsoft “lo ficharía” para liderar un laboratorio de investigación avanzada, ya que se le reconoce como una de las mentes más brillantes en el desarrollo de este tipo de tecnologías; sin embargo, lo que para muchos fue la obvia contratación de un talento en la tecnología, para otros significa el inicio de la disputa por el control de las inteligencias artificiales. 

 

Y es que precisamente OpenAI y Microsoft se manejan con visiones diferentes, pues como su nombre lo dice, la primera se distingue por ser una plataforma gratuita y abierta para todo el público, aunque se puede mejorar la experiencia pagando una suscripción. Por su parte, la empresa de Bill Gates es una de tantas que, principalmente, busca el beneficio de sus finanzas y generar bienes privados. 

 

Al ser el principal inversor, Microsoft tiene la obligación de dar potencia y recursos a OpenAI, pero si se da una ruptura y los elementos más importante se van con ellos, esos recursos y la potencia se encaminarían al propio laboratorio de IA de Microsoft. 

 

Aunque hoy se supo que Sam Altman regresará a OpenAI como CEO, su posible contratación por parte de Microsoft supuso la idea de que esta última iniciaría labores para crear sus propias plataformas con las que buscaría desplazar a OpenAI. Esto es algo que denunciaron los empleados que amenazaron con irse de la empresa, pues afirman que el despido de Altman era una traición a su misión, que es brindar tecnología benéfica para la humanidad. 

 

La misión de OpenAI siempre ha sido esa, dar acceso gratuito a la inteligencia artificial, algo que causó ruptura entre los fundadores, incluidos Musk y Saltman, pues el primero también quería que fuera una empresa lucrativa, algo a lo que Saltman se negó en todo momento. 

 

Por otra parte, está la disputa por el control de estas tecnologías tan determinantes para el futuro de la humanidad. Algo que se ha comentado es que Sam Altman fue despedido en primera instancia por una discusión con Ilya Sutskever, otro de los miembros fundadores que había externado su preocupación por el rumbo que había tomado la empresa bajo el mando de Altman

 

Entre los reclamos de Sutskever estaba la poca preocupación de las repercusiones que puede tener la IA en la vida diaria. Se ha comentado que esta fue una de las razones determinantes por las que despidieron a Altman, aunque en su carta oficial la junta directiva sólo sostuvo que él no fue claro con lo que les comunicaba. 

 

Todo lo que sucedió en torno a OpenAI no es algo aislado o que se quede al interior de la empresa, ya que conforme ganó popularidad, la inteligencia artificial se ha vuelto parte indispensable de múltiples sectores empresariales y tecnológicos. Tras la salida de Saltam el ChatGPT reportó caídas en el servicio en todo el mundo, pues la demanda de los usuarios sobrepasó sus capacidades. 

 

Cuando se dan este tipo de escenarios hay personas que comentan, de manera alarmante, que las empresas que controlan las IA tienen la responsabilidad de brindar seguridad sobre el uso que se les da, pues al final pueden tener un impacto desmedido en la sociedad. Es por esto que la disputa por el control de las plataformas más grandes genera incertidumbre, ya que su desarrollo tan acelerado tiene muchos riesgos para la humanidad. 

 

En marzo de este año, líderes en la rama tecnológica como Elon MuskBill Gates o Steve Wozniak, firmaron un acuerdo para ir más lento con el desarrollo de la inteligencia artificial y que así se pudiera estudiar su impacto en el mundo. Uno de los que se negó a dicha petición fue Altman, quien alegó que se podía gestionar el desarrollo de manera ética. 

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