Un sorpresivo fallo de seguridad en el circuito de Las Vegas obligó a cancelar la primera sesión de entrenamientos libres de la Fórmula 1. Al comenzar el entrenamiento, una tapa de alcantarilla se desprendió justo cuando el piloto Carlos Sainz pasaba por encima, causando daños severos a su Ferrari.
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La tapa se soltó y el vehículo quedó destrozado, afectando parte del chasis y el motor. Tras lo sucedido, Sainz se detuvo y examina los daños post accidente, visiblemente afectado.
El equipo de operarios y responsables del circuito se movilizó rápidamente alrededor del agujero de la alcantarilla para evaluar y marcar el área afectada, iniciando las reparaciones necesarias. Los trabajadores aplicaron masilla y lijaron piezas para arreglar el desperfecto; además emplearon maquinaria pesada para asegurar que el circuito estuviera en condiciones para continuar el entrenamiento.
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El director general de Ferrari, Frederic Vasseur, explicó las circunstancias del incidente con su piloto. Las fotografías del incidente incluyen la tapa de alcantarilla implicada, a un Carlos Sainz cabizbajo y los trabajos de reparación, ilustrando los tres momentos clave de este inesperado suceso que ha marcado el inicio del Gran Premio de Las Vegas.
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