Dos hoteles de Montevideo negaron alojamiento al músico Roger Waters, histórico miembro de la banda Pink Floyd, quien este viernes dará un concierto en el Estadio Centenario de la capital uruguaya, por sus críticas hacia Israel ante la guerra con el movimiento palestino Hamás, informa este lunes la prensa local.
Según reportó un periodista del programa 12PM de la emisora Azul FM y consigna el diario El País, Hyatt Centric y la cadena Regency tomaron la decisión de aplicar el derecho de admisión y rechazaron las reservas que habían tramitado desde la producción del concierto.
"Ni siquiera está confirmado que vaya a dormir en Montevideo", dijo el periodista Pablo Londinsky sobre Waters, quien afirmó "tiene un discurso abiertamente inclinado hacia el odio y abiertamente antisemita", consigna el periódico.
Tras su show en Montevideo, Waters se presentará en Buenos Aires los días 21 y 22 de noviembre, donde los hoteles Faena y Alvear también cancelaron las reservas para los integrantes de la banda y organización de la gira del músico.
"Cancelaron mis reservas en el Hotel Faena y el Hotel Alvear", dijo Waters al diario argentino Página/12.
El músico añadió que estaban agendados en el Faena y que les dijeron que la cancelación se debía a una remodelación.
"¡Ja, fucking ja! Esto es el lobby israelí lanzando todo su peso. Es patético. En el Alvear nos confirmaron una reserva de diez habitaciones desde el 13 al 22 de noviembre esta mañana (por el viernes), y luego, por la tarde, también la cancelaron", expresó.
Además, un grupo de diputados argentinos emitió una declaración en "profundo repudio" de la presentación del músico.
El texto, presentado por la legisladora de Juntos por el Cambio (JxC) Sabrina Ajmechet, expresa la preocupación ante los dichos del músico, "quien aseguró que el Estado de Israel "inventa historias sobre lo ocurrido el pasado 7 de octubre cuando un grupo de terroristas de Hamás asesinó a población civil l. A su vez, dio a entender que el propio Estado atacado podía ser el responsable de los ataques.".
Según la declaración, las opiniones como las vertidas por Waters "buscan cuestionar el accionar del Estado de Israel en el ejercicio del derecho a la legítima defensa, siendo profundamente anti semitas utilizando el antisionismo como máscara".