Después de las definiciones, ¿está en juego la unidad en Morena?

Después de las definiciones, ¿está en juego la unidad en Morena?

Foto: NotiPress

El 10 de noviembre en México no hubo tema más relevante en la política que la definición de los candidatos de Morena para las nueve gubernaturas que se disputarán en 2024. Algo evidente es lo frágil que se torna la unidad de dicho partido cuando algunos personajes se muestran renuentes a aceptar la derrota, algo que se vivió con la definición del candidato presidencial y ahora parece repetirse.

 

El 6 de septiembre, el excanciller Marcelo Ebrard se negó a reconocer la victoria de Claudia Sheinbaum, amenazó con distanciarse del partido e impugnó el proceso sin mucho éxito hasta el momento, aunque mañana todavía dará un anuncio final. A esto se suma que hoy nuevamente dos personajes estuvieron a punto de causar ruptura en Morena cuando las encuestas no les favorecieron.

 

Se trata de los diputados federales Antonio Pérez Garibay, conocido por ser padre del piloto de F1 Sergio "Checo" Pérez, y el poblano Ignacio Mier Velazco. Antonio Pérez fue uno de los aspirantes para la gubernatura de Jalisco, pero en ningún momento logró posicionarse en las encuestas del partido, por lo que acusó simulación y anunció su renuncia al partido.

 

Por su parte, Nacho Mier sí fue uno de los mejor posicionados en Puebla, quedando en segundo lugar solo detrás de su primo, el senador Alejandro Armenta Mier. Aunque por regla el diputado se quedaría con la primera fórmula para ir al Senado en 2024, luego del anuncio publicó un video en el que aseguró que consultaría con su estructura para definir su futuro político.

 

Finalmente, Mier decidió aceptar la candidatura como senador y no separarse de Morena, pero puso en entredicho, al igual que Antonio Pérez, la supuesta unidad dentro del partido oficialista.

 

Y es que en repetidas ocasiones se ha visto cómo las inconformidades al momento de asignar candidaturas rompen con el equilibrio de Morena y sus aliados. Prueba de ello es lo sucedido este año con Ricardo Mejía Berdeja del PT, quien pretendía llegar a la gubernatura de Coahuila, pero fue ignorado para darle la candidatura al senador Armando Guadiana Tijerina.

 

A Mejía Berdeja y al PT en Coahuila no les gustó la imposición de Armando Guadiana y decidieron postularse por separado, rompiendo con la alianza que hasta el momento se mantiene a nivel nacional. Esto trajo como resultado que el candidato de la alianza opositora, Manolo Jiménez del PRI, se alzara con la victoria.

 

En ese momento se evidenció lo frágil que llega a ser la unidad de Morena, aunque en el contexto actual la realidad es diferente, pues incluso quienes ganaron con diferencia y tuvieron que dejar el lugar por la regla de paridad de génerocaso CDMX, acataron las reglas y también hicieron un llamado a la unidad y, hasta el momento, no han dado señales de mayor ruptura.

 

En suma, los aspirantes a las gubernaturas reconocieron que debían mantenerse juntos y coincidieron en que debían sumar a un objetivo común, que es la victoria de Claudia Sheinbaum y la consolidación de la 4T en sus respectivos estados. En contraste, los militantes, simpatizantes y hasta el dirigente nacional, Mario Delgado, saben que deben evitar que surja una nueva figura como Mejía Berdeja, pues eso significaría poner en riesgo la estabilidad del partido.

 

Si bien los casos suscitados en días recientes son de cuidado, hasta el momento no tendría mayor repercusión, puesto que Nacho Mier aceptó (o lo conminaron a aceptar) el resultado. En el caso de Antonio Pérez Garibay, desde un principio su candidatura parecía algo complicada, pues ni siquiera sumó votos por parte del Consejo Estatal de Morena y en las encuestas tampoco fue de los mejor posicionados.

 

De cara al 2024, los morenistas ya empiezan a tener claridad en quiénes encabezan su proyecto y, en la mayoría de los casos, los perfiles elegidos han hecho énfasis en que deben cerrar filas si quieren conseguir la mayor cantidad de victorias en las urnas.

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