¿Precampañas y las campañas? Se parecen, pero no son lo mismo

¿Precampañas y las campañas? Se parecen, pero no son lo mismo

Foto: FreePik

No, las precampañas y las campañas no iniciaron hace más de un año como pareciera que fue con los miles de espectaculares que se colocaron por prácticamente todo el país. Aunque múltiples actores políticos se empeñaron en difundir su imagen con demasiada antelación, la realidad es que falta poco tiempo para que los procesos de precampaña y campaña arranquen formalmente y están delimitados por la ley. 

  

Aunque las personas crean que ambos conceptos, precampaña y campaña, son parecidos, en términos generales son muy diferentes porque se dirigen a diferentes públicos específicos y su tiempo de duración es muy diferente. Ahora que los partidos están en medio de sus propios procesos de selección, el Instituto Nacional Electoral (INE) arrancó formalmente el año electoral. 

  

Para ser más precisos, la norma encargada de determinar qué son y cuándo inician los momentos de precampaña y campaña es la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LGIPE). Esta ley señala que las precampañas y campañas son dos etapas distintas dentro del proceso electoral, aunque persiguen el mismo objetivo: la selección y promoción de los candidatos a cargos de elección popular. 

  

Esto significa la precampaña 

  

De acuerdo con lo estipulado en la LGIPE en el artículo 227, la precampaña abarca aquellos actos que llevan a cabo los partidosmilitantes y los precandidatos debidamente registrados que pretenden llegar a un cargo de elección popular. Para este momento aún no se pueden hacer propuestas de gobierno o legislativas, según sea el caso, sino que el objetivo es que obtengan el respaldo de los militantes para que estos los elijan como candidatos. 

  

Durante la precampaña se llevan a cabo asambleas, reuniones multitudinarias, debates entre los perfiles interesados, encuestas, sondeos u otras formas de consulta al interior del partido de acuerdo con lo establecido en sus estatutos y no durarán más de 60 días. En lo que respecta a este año, en Puebla la precampaña abarca del 25 de noviembre al 3 de enero del 2024, aunque para el proceso federal iniciarán el próximo 20 de noviembre, finalizando el 18 de enero del 2024. 

  

 En la precampaña sí está permitido hacer uso de propaganda, aunque esta debe dirigirse únicamente a militantes y no debe contener llamados explícitos al voto o denigrar a otros precandidatos, partidos o instituciones. Finalizará cuando los militantes o simpatizantes del partido hayan elegido a un candidato

  

Las campañas 

  

Por otra parte, en el artículo 242 de la LGIPE se establece que las campañas son las actividades que hacen los partidos políticos, las coaliciones y los candidatos que ya fueron elegidos y registrados. A diferencia de la precampaña, para este momento ya pueden hacer el llamado al voto, pues ya tienen el respaldo de la ley para convertirse en representantes populares o gobernantes. 

  

Al igual que con la precampaña, en la campaña ya habrá actos públicos, mítines, marchas, caravanas promocionales, entrevistas en medios de comunicación, debates con otros candidatos, spots en radio y televisión, volantes, carteles u otros medios que difundan su imagen, con la diferencia de que estos ya no solo se dirigen a militantes, sino al público en general

  

En el caso de la renovación del presidente, la campaña tendrá una duración máxima de 90 días, por lo que este año electoral iniciará el 1 de marzo del 2024 y finalizará el 29 de mayo, dando lugar a la veda electoral de dos días en los que los votantes podrán reflexionar su voto, entre el 30 de mayo el 1 de junio. 

  

Las elecciones se celebrarán el 2 de junio del 2024, cuando se renovará al jefe del Ejecutivo, diputados federales, senadores, nueve gubernaturas con sus respectivas alcaldías, más los congresos locales en casi todo el país. 

  

De cara al 2024, el INE definió que el gasto máximo de precampaña presidencial será de 85 millones de pesos. Por otra parte, los gastos para las campañas presidenciales se fijaron en 661 millones de pesos para cada candidato. 

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