Veganismo, ¿un estilo de vida para todos los bolsillos?

Veganismo, ¿un estilo de vida para todos los bolsillos?

Foto: FreePik

Como una iniciativa de la organización Vega Society, desde 1994 se instauró que el 1 de noviembre sea el Día Internacional del Veganismo, un término que fue acuñado hace 40 años y que alude a más que una dieta. Para unas personas el veganismo es una alternativa para terminar con la crueldad en contra de los animales, aunque lo ven como un estilo de vida que está lejos de ser una opción viable por lo costoso que resulta y la forma de suplir la alimentación habitual.

 

El veganismo no se limita solamente a no comer productos de origen animal o sus derivados, sino que también implica que las personas renuncian a todo acto que incluya sufrimiento y sometimiento de otras especies a manos de humanos. Esto incluye actividades como cacería, equitación, circos, uso de pieles y productos higiénicos y cosméticos que hayan sido testados en animales.

 

En los últimos años esta forma de vivir se ha popularizado más y más, aunque hay quienes todavía creen que es algo lejano y poco asequible, pues si bien hay muchos productos que reemplazan a los de origen animal, en ocasiones estos son caros.

 

Complementos alimenticios, comidas, artículos de uso diario como cosméticos y hasta prendas de vestir, son algunos productos que en su versión vegana son más caros que los que no cumplen con esta línea de consumo. A esto se suma que existen múltiples mitos alrededor de este estilo de vida, principalmente en torno a las supuestas complicaciones derivadas de no comer alimentos de origen animal.

 

¿Resulta costoso ser vegano?

 

Una realidad es que sí, hay algunos productos que son considerablemente más caros que los no veganos. Uno de los ejemplos más claros son las leches, que en la versión vegana usan, entre otras materias primas, arroz, almendra, soya y coco, pero son al mismo tiempo las más costosas. Un paquete de leche de soya llega supone un desembolso de aproximadamente 480 pesos con 12 litros, mientras que uno de leche de vaca cuesta entre 300 y 350 pesos.

 

Otro de los artículos que evidencian más la diferencia de precios son los reemplazos de la carne con las llamadas “carnes veganas”. Lo usual es que estas se hagan con soya o trigo, aunque también existen unas con proteína real sintetizada, lo que desata el debate sobre su clasificación como vegana o no. Un paquete de apenas 300 gramos de carne vegana tiene un precio de 170 pesos, lo que equivale a más de un kilo de carne de res o pollo.

 

Aunado a esto, también están los productos que se hacen con piel, como zapatos, cinturones o billeteras, pero que son hechos con materiales sintéticos. A diferencia de los alimentos, estos no son mucho más caros que los normales de piel vacuna, ya que se pueden adquirir por precios de 800 pesos. Algo similar pasa con los cosméticos que fueron hechos sin pruebas en animales, ya que tienen costos parecidos a los de marcas reconocidas que no son veganas.

 

 

Guardando las debidas diferencias entre unos países y otros, un estudio de la Universidad de Oxford concluyó que en lugares como Estados Unidos, Reino Unido y el resto de Europa occidental, una dieta vegana o vegetariana es mucho más barata que la omnívora. Los resultados señalaron que las dietas que redujeron el consumo de carne, huevo y leche fueron 14 % más baratas, mientras que en las que se incluyó pescado fueron hasta 2 % más caras.

 

De igual forma, estas no solo son más económicas, sino que implican un menor impacto para el medioambiente, pues en general representa un menor consumo de recursos naturales. La disyuntiva es que en los países de ingresos bajos la diversificación de las dietas supone más costos, por lo que no es, al menos hasta ahora, una opción asequible para la mayoría.

 

¿Tendré problemas de salud por volverme vegano?

 

Uno de los argumentos más comunes de quienes se oponen a este estilo de vida es que dejar de consumir productos de origen animal traerá consigo problemas de salud, o bien, que no es algo recomendado para todos los sectores de la población como niños o personas embarazadas. También se dice que la alimentación es muy limitada, ya que solamente se comen ensaladas o verduras.

 

Nada más alejado de la realidad, pues en primer lugar una dieta vegana sí puede ser suficiente para cubrir las necesidades alimenticias de personas de todas las edades, desde chicos hasta adultos, deportistas, personas de la tercera edad y sí, mujeres en periodo de gestación. Las proteínas, que se supone son el mayor aporte de los alimentos de animal, se puede cubrir con legumbres, brócoli, soya o lentejas, entre otra gran variedad de alimentos.

 

Gracias a los diferentes avances, en años recientes se han creado otras alternativas de alimentos, como las que se mencionaron anteriormente, las leches, carnes y demás sustitutos en su versión vegana.

 

No obstante, antes de hacer un cambio como este, o cualquier otro tan abrupto, se recomienda tener la asesoría de un profesional para tener la orientación adecuada y no causar un desequilibrio en el organismo. De hecho, este es otro mito, pues no todos los nutricionistas van a recomendar la ingesta de carnes, pues en la actualidad hay muchos que se especializan en dietas alternativas.

Notas Relacionadas