Estamos en esa época del año en la que se empiezan a ver por todos lados adornos por el Día de Muertos, una de las celebraciones más representativas de la cultura mexicana. Con esta fecha los negocios tienen un incremento considerable en sus ventas, pues hay artículos que con el paso de las generaciones continúan como los más solicitados, tal es el caso de las velas para honrar a los difuntos.
Si bien pudiera pensarse que en los últimos años las nuevas generaciones han dejado de comprar estos productos, la realidad es que siguen vigentes y es un negocio altamente rentable para los fabricantes.
En entrevista con Imagen Poblana, el fabricante de ceras y velas Alexis Méndez Luna comentó que la temporada de muertos es una de las más redituables para la industria. De igual forma, dijo que el negocio tiene un futuro prometedor y las nuevas generaciones continúan haciéndose presentes para adquirir este tipo de artículos.
Alexis afirmó que este es un negocio familiar que inició su madre hace 20 años, primero como fabricante y distribuidora, pero hace dos años dieron el salto para tener su establecimiento de venta directa, conservando también la fábrica. Este lleva por nombre "El Señor de las Maravillas" y se ubica en la 8 oriente número 303, en el Centro Histórico.
Alexis se ha percatado de que en esta temporada los productos que más solicitan son las ceras de colores, blanca y amarilla, además de los repuestos limoneros y de temolote. Esta es, junto a diciembre, su mejor temporada, ya que entre enero y marzo sus ventas son bajas en comparación con lo que viven en los dos momentos mencionados.
Usan una sustancia llamada parafina como materia prima para la elaboración de las velas. La compran en México y es un derivado del petróleo, pero debido a las fluctuaciones en el valor de este insumo, han pensado en adquirir la parafina directamente con distribuidores de China, pues son los que les ofrecen mejores precios.
La temporada fuerte previo al Día de Muertos inicia en la primera semana de octubre y termina en la primera semana de noviembre. Alexis no tiene un balance exacto de cuánto dinero o cuántas unidades venden en este periodo, pero hace una estimación basándose en la cantidad de parafina que utilizan en el día de muertos y los meses más bajos, es decir, el primer trimestre del año.
Entre enero y marzo, suelen requerir aproximadamente seis toneladas de parafina al mes. Esto contrasta con las 20 o 30 toneladas que han ocupado tan solo en los primeros 18 días de octubre para la fabricación de velas y ceras.
"Realmente ha subido (la venta). La fábrica se inició hace 20 años y empezamos nada más con una distribución en iglesias. Después de eso, nuestro producto llegó a varios locales aquí en el centro, y de ahí fue que decidimos poner nuestro negocio de veladoras. No te sé decir cifras exactas, lo que sí te puedo decir es que como en el negocio como tal que lleva dos años, sí ha aumentado la venta", informó Alexis.
Respecto a la capacidad de producción de la fábrica familiar de Alexis, sostuvo que con una tonelada de parafina sus máquinas son capaces de procesar al menos 6,000 velas. Esto significa que, en lo que va de octubre, han fabricado y vendido cerca de 180,000 unidades.
Esto se reparte entre las ventas en su local, los pedidos de iglesias y otros establecimientos. En su primer año como vendedores iniciaron solamente con 15 toneladas de parafina, pero esto les fue insuficiente y antes del día de muertos ya no tenían materia prima.
Al ser un negocio que lleva tantos años en pie, Alexis se ha dado cuenta de que cambian constantemente los clientes. Al principio, quienes más adquirían sus productos eran adultos mayores, aunque en la temporada del 2023 son los más jóvenes quiénes van y compran ceras y velas para mantener viva la tradición del Día de Muertos.
Sobre la prevalencia de los vendedores y fabricantes de velas y ceras, Alexis mencionó que no se ha enterado o no tiene conocimiento de que en los últimos años algún negocio de este giro haya cerrado debido a las bajas ventas. Explicó que sigue siendo un negocio muy factible, no solo por las personas que van en momentos de festejos, sino que en general es un negocio rentable.
Tal es el grado de rentabilidad, que augura un futuro prometedor para el negocio de las velas, ya que cada año sus registros son mejores, incluso cuando ni siquiera esperaban dichos rendimientos.