Aprovechando la inactividad por la Fecha FIFA en la Liga MX, se llevaron a cabo dos de los clásicos más representativos del futbol mexicano este fin de semana en suelo estadounidense, y esto fue un golpe bajo para los equipos regios ya que más allá del crecimiento de esta rivalidad entre Rayados y Tigres, hubo una muestra de la realidad ya que el choque entre América y Chivas terminó por llevarse los reflectores.
El sábado pasado en Houston se midieron tanto Monterrey como los universitarios y si bien el encuentro fue atractivo dentro de la cancha con una victoria para los felinos por marcador de 2 a 1, en las tribunas no hubo la respuesta esperada ya que apenas acudieron 20,000 aficionados, la gran mayoría provenientes de la sultana del Norte debido a la proximidad.
Mientras que este domingo, en el Rose Bowl de California, se vieron las caras tanto Chivas como América en un encuentro en el que aunque dentro del rectángulo verde no hubo tantas emociones, en las tribunas se volvió a comprobar que sigue siendo un encuentro que arrastra masas dentro y fuera del territorio nacional.
Aunque las Águilas tenían 10 bajas entre lesionados y convocados a las diferentes selecciones nacionales, se pudieron imponer con facilidad al Rebaño Sagrado que venía con la ilusión de haber ganado el clásico tapatío hace unos días, pero que no pudieron ante el que, hoy por hoy, es el mejor equipo de la Liga MX ya que está en el liderato de la Apertura 2023.
Este encuentro, que terminó con marcador de 2 a 0, lo presenciaron unas 80,000 personas que acudieron al estadio más grande de futbol que hay en Estados Unidos, y que se ha convertido en una sede constante de este tipo de encuentros tomando en cuenta la gran cantidad de mexicanos que hay en California.