El Digno Retorno, documental que retrata la invisibilidad de los migrantes retornados y deportados

El Digno Retorno, documental que retrata la invisibilidad de los migrantes retornados y deportados

Con el objetivo de promover diferentes narrativas que promuevan a la organización de migrantes deportados y retornados forzadamente, el director José Eduardo Aguilar llevó a cabo el documental "El Digno Retorno". Con esta obra se busca concientizar sobre las deportaciones que hace el gobierno de Estados Unidos y los problemas que enfrentan los mexicanos repatriados. 

 

 

Este es el primer trabajo cinematográfico de Eduardo, quién estudió cine y se especializó en guion. Además de ser el director, José Eduardo retrata en el documental su experiencia como un deportado que regresó a un país donde no se le brindan las condiciones adecuadas de reinserción social, al igual que sucede con otros migrantes. 

 

Actualmente el documental no está disponible en plataformas de streaming o en exhibición comercial. Para saber sobre posibles distribuciones o proyecciones en festivales se puede escribir al correo lalo.eaguilar23@gmail.com, o bien, seguir las redes sociales en Instagram en @eldignoretornofilm.  

 

La historia se centra en aquellos migrantes que nacieron en México, pero desde muy pequeños fueron llevados a Estados Unidos por sus familias, ahora en su regreso la mayoría no tiene sentido de pertenencia con su país de origen. A esto se suman las dificultades qué supone el retorno forzado, pues el gobierno mexicano no da ningún tipo de facilidad para obtener documentos que los ayuden a reinsertarse en la sociedad y también han perdido la posibilidad de regresar a EU debido a su estatus legal. 

 

El proyecto nació precisamente entre el 2017 y el 2018, años en los que se dieron campañas electorales para la elección de un nuevo presidente. José Eduardo señaló que en ese momento la mayoría de los políticos manejaban una retórica con base en el "retorno digno", augurando apoyos a los migrantes que regresaban para que pudieran llevar una vida normal en México, pero tal situación no ocurrió. 

 

 

"Muchos piensan que ya estando en México ya van a estar bien, pero muchos de ellos no son ni de la Ciudad de México, pero los aviones están llegando a la Ciudad de México, te dejan ahí, no conoces a nadie y de ahí sales a la calle", comentó. 

 

Derivado de esta situación, Eduardo evidencia en el documental cómo muchos migrantes retornados terminan viviendo en situación de calle, pues no hay garantías de que puedan obtener un trabajo a pesar de que saben inglés y, supuestamente, con eso tendrían más posibilidades. 

 

Eduardo también expone la corrupción y el racismo de las autoridades migratorias de México, pues en su intento de ayudar a las personas recién llegadas, es víctima de burlas, abusos de autoridad y corrupción en las estaciones migratorias. Asimismo, mencionó que en sus viajes es común que las autoridades detengan o bajen de los camiones a quienes tienen "aspecto extranjero", principalmente si se trata de personas que creen provenientes de países como Belice, Guatemala, Venezuela o Cuba. 

 

En su intervención, Maggie Loredo detalló que actualmente en ninguna instancia, ya sea de Estados Unidos o de México, se cuenta con cifras acerca de cuántos migrantes han sido retornados o deportados desde Estados Unidos hacia México. Explicó que en el Instituto Nacional de Migración (INM) sólo proporcionan cifras de repatriación, pero estas son conservadoras y no contemplan a todas las personas que regresan al país, pero tampoco las otorgan mediante solicitudes de acceso a información

 

 

Respecto a las dependencias norteamericanas, Maggie acotó que está el Departament of Homeland Security, pero en estas solo se enlista a las personas que fueron deportadas por órdenes de remoción, mas no se considera a otras que entran en categorías como la "salida voluntaria". 

 

Sobre esta, dijo que "de voluntaria no tiene nada", ya que se basa en que las autoridades detengan a los migrantes, los encierren y mediante presión los obliguen a firmar su salida voluntaria. 

 

"Yo diría que todavía falta documentarlo. En el INEGI se hacía este tipo de preguntas, yo recuerdo que me la hicieron pero dije que no, entonces mi experiencia no está documentada. Estos procesos de deportación son largos, entonces no es que a los cinco años ya no entres como retornada", dijo Maggie. 

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