Con el objetivo de hacer un análisis y detectar cuál es la situación del trabajo infantil en el país, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) presentó ayer una edición más de la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI), en la que se detalla cuál es el panorama sobre los menores de edad de entre cinco y 17 años que desempeñan alguna labor económica.
La última vez que se publicó la ENTI fue en el 2019, por lo que en la edición más reciente se nota que a nivel nacional los menores que trabajan han aumentado. Hace cuatro años había 28.5 millones de menores de cinco a 17 años, de los cuales, 2.2 millones ya eran económicamente activos. Actualmente el grupo etario disminuyó a 28.4 millones de menores, pero la población ocupada se incrementó a 2.3 millones.
En este sentido, en Puebla este cambio también se ha notado, ya que el estado es el sexto con más porcentaje de menores de edad laborando con un total de 17.9 % de los menores de entre cinco y 17 años que ya trabajan. Esto equivale a 285,287 menores que desarrollan alguna actividad.
Cabe señalar que la Ley Federal del Trabajo (LFT) sostiene que los menores de edad sí pueden participar en algunas actividades económicas bajo ciertas condiciones, pero también hace hincapié en las labores que podrán llevar a cabo y el tiempo máximo que estarán en funciones. En todos los casos, las edades permitidas sólo abarcan de 15 a 17 años que cuenten con estudio médico para certificar su estado de salud.
Puebla es la sexta entidad con más menores de edad laborando, solo superado por estados como Guerrero (24.5 %), Chiapas (20.8 %), Nayarit (19.1 %), Oaxaca (18.5 %) y Michoacán (18 %). Esta es una tendencia que sigue en aumento, ya que en el 2019, a pesar de que era la segunda entidad con el índice más alto en el rubro (18.3 %), el número total de menores económicamente activos era de 282,675 individuos, lo que significa que para el 2022 aumentaron 2,612 menores.
Respecto a los que están Ocupación No Permitida, Puebla ocupa el quinto lugar a nivel nacional, con una cifra que asciende al 10.4 %, equivalente a 165,753 menores que laboran en tareas agropecuarias, industria manufacturera, extractiva, electricidad, gas y agua, además de construcción, comercio y servicio. En el 2019, Puebla contaba un total de 12.6 % de infantes laborando en áreas no permitidas.
En el artículo 176 la LFT se exige a los empleadores que los menores no estén expuestos a condiciones de ruido, agentes químicos, residuos o fauna y flora potencialmente nociva. También impide las labores nocturnas, industriales, agrícolas, de construcción y en ambulantaje.
Dentro de estas actividades es común que los menores pasen jornadas laborales que van de las 14 horas semanales hasta las más de 48, es decir, que cada día llegaban a trabajar casi siete horas. La LFT explica en el artículo 177 que los menores no deben tener jornadas mayores a las seis horas en lapsos que no superen las tres horas continuas.
Por último, Puebla figura una vez más en lo alto en la rama de Quehaceres Domésticos en Condiciones No Adecuadas, ya que actualmente hay 151,409 menores de cinco a 17 años en esta situación. En esto se incluye demasiado a los infantes que trabajan para sus propios núcleos familiares en sus hogares.
Organizaciones que defienden derechos humanos como Amnistía Internacional, sostienen que el trabajo en los menores tiene graves consecuencias en varios aspectos, ya sea en el desarrollo físico y emocional, así como en su formación educativa. Debido a que no hay garantías de que un infante o adolescente que trabaja no esté expuesto a peligros, también se dan afectaciones crónicas, enfermedades o lesiones que resultan en posibles discapacidades.