Cultura vial, cuestión de ejemplo y educación desde casa

Cultura vial, cuestión de ejemplo y educación desde casa

Foto: Enfoque

La educación vial es una deuda cultural que aparentemente se ha heredado de generación en generación en Puebla, y que por más modificaciones que se hagan a los reglamentos, tanto automovilistas como peatones parecen infringir las reglas sin reflexionar en las consecuencias

 

Cada 5 de octubre se conmemora el Día Internacional de la Educación Vial, una fecha que sirve para concientizar a las personas sobre la necesidad de aprender las normas básicas viales que permitan frenar los accidentes de tráfico, que en muchas ocasiones tienen víctimas mortales. 

 

Para ello, es necesario precisar que la educación vial es la transmisión de aprendizaje y conocimiento en torno a la seguridad vial y la prevención de accidentes, que van desde las normas legales del tráfico, hasta actitudes de precaución por parte de las personas, ya sea caminando o atrás de un volante. 

 

En la actualidad se ofrecen cursos de educación financiera para que los niños aprendan desde temprana edad a gestionar de manera adecuada sus ahorros y que, una vez que sean adultos, puedan tener finanzas sanas. 

 

Esto demuestra que una educación temprana sobre ciertos hábitos puede ayudar a que en un futuro se generen mejores condiciones para estos aspectos, como puede ser la educación vial y aprender las reglas básicas de convivencia entre peatones, automovilistas, ciclistas y todos los que tenemos que usar la vía pública. 

 

Aunque en la actualidad existen cursos sobre educación vial, tanto teóricos como prácticos, para niños desde la edad preescolar, lo cierto es que hace falta reforzar las buenas prácticas desde casa, siendo los padres el primer ejemplo en este arduo proceso. 

 

Es necesario que los adultos se convierten en un ejemplo al momento de enseñarle a los niños donde cruzar correctamente la vialidad, cuál es la pirámide de movilidad, como caminar correctamente por las calles, aprender a respetar los semáforos peatonales. 

 

Mientras que en el caso de aquellos niños que viajan en un automóvil, se deben de inculcar buenas costumbres como el respetar a los otros usuarios de la vía pública y dejar de perpetuar la idea de que los automóviles son el eslabón principal en la cadena de movilidad. 

 

También es bueno reforzar que no son aceptables ciertos comportamientos y utilizar algunos ejemplos tangibles en las calles, pues desafortunadamente estos abundan, ya que la gente cruza a la mitad de la calle con los automovilistas se estacionan en doble fila

 

Si bien este tipo de prácticas no pueden garantizar que todos los niños que se sometan a ella vayan a replicar de forma exitosa todas estas recomendaciones, sí existe un mayor nivel posibilidad que en aquellos menores que no reciban esta educación vial desde temprana edad. 

 

El objetivo de este tipo de enseñanzas debe de verse como una oportunidad de formar mejores ciudadanos para el futuro, con prácticas que hasta hace unos años eran impensables y con ejemplos desde el hogar. 

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