Policías auxiliares, ¿preparados para situaciones de riesgo?

Policías auxiliares, ¿preparados para situaciones de riesgo?

Foto: Enfoque

Este fin de semana se difundió en redes sociales un robo cometido en una tienda de celulares al sur de la ciudad de Puebla, donde los delincuentes no solo sometieron a los trabajadores, sino que también golpearon y desarmaron a una elemento de la Policía Auxiliar.

 

La Policía Auxiliar de Puebla es un organismo público descentralizado que brinda seguridad privada para sectores productivos como pueden ser fábricas o negocios, así como en colonias y fraccionamientos que requieran de una vigilancia durante las 24 horas del día. 

 

Una de las características que tiene la Policía Auxiliar sobre otras empresas de seguridad privada es que ofrece la posibilidad de que sus guardias porten armas de fuego, lo cual puede ser de mayor utilidad ante situaciones de riesgo, en comparación con vigilantes que carecen de este tipo de armamento. 

 

 

Sin embargo, el video difundido este fin de semana nos deja ver que independientemente del arma, los elementos de la Policía Auxiliar también pueden ser susceptibles de ser rebasados por la delincuencia, lo cual pone a muchas personas a pensar sobre qué tipo de capacitación reciben antes de recibir una asignación. 

 

De acuerdo con la página oficial de la Policía Auxiliar de Puebla, se ofrecen diferentes servicios según el presupuesto y las necesidades de cada uno de los clientes, que va desde el resguardo de valores a través de una caja fuerte hasta la vigilancia con patrulla motopatrulla y elementos armados. 

 

El catálogo de servicios también ofrece la custodia personalizada, ya sea con un guardia que cuente con arma de fuego y chaleco antibalas, así como guardias que solamente llevan equipamiento básico, sin arma de fuego. 

 

En el caso difundido el pasado fin de semana en la tienda de celulares, se sabe que los delincuentes desarmaron a un elemento de la Policía Auxiliar, por lo que se presume que se trataba de personal armado. 

 

La capacitación que reciben los elementos de la Policía Auxiliar es muy similar a la que tienen otras corporaciones de seguridad pública, principalmente los relacionados con la Policía Estatal, ya que se trata de un organismo público ligado al área de seguridad pública. 

  

Apenas hace dos meses, se dio a conocer que un grupo de 40 elementos de la Policía Auxiliar recibieron capacitación en materia de seguridad bancaria y traslado de valores, por parte de la Policía Bancaria e Industrial de la Ciudad de México. 

 

 

En el boletín informativo difundido por la corporación se detalla que los elementos que tomaron este curso abordaron temas como el acondicionamiento físico, defensa policial, conducción de vehículos policiales, armamento y tiro policial, primer respondiente, así como detención y conducción de personas.  

 

Además de esto, la mayoría de los elementos de la Policía Auxiliar cuentan con experiencia dentro del área de protección ciudadana, pues muchos son ex policías estatales o municipales, que en algún momento causaron baja de dichas corporaciones. 

 

Evidentemente, para poder ser contratados el motivo de su baja tuvo que ser administrativa o personal, pues se restringe el acceso para elementos que hayan sido dados de baja por cometer alguna falta mayor o estén inhabilitados.

 

En el caso del arma de fuego, los elementos tanto de seguridad privada como la Policía Auxiliar deben de acreditar ciertas pruebas para obtener la licencia de portación de arma de fuego, por lo que también deben de acreditar pruebas sobre el uso de este tipo de armamento. 

 

¿Qué pasó en la tienda de celulares? 

 

Entonces, si los elementos de la Policía Auxiliar reciben al menos la capacitación básica, ¿qué fue lo que ocurrió el pasado fin de semana, cuando esta uniformada fue sometida y desarmada por dos delincuentes? 

 

De un breve análisis hecho al video, se puede ver que, tanto la uniformada como los empleados, cometieron algunos errores, como fue permitir que un supuesto cliente entrara con un casco de motociclista puesto, ya que se alcanza a apreciar que en ningún momento le piden que se lo quite. 

 

Pasa cerca de un minuto, hasta que finalmente la policía se acerca a decirle algo y es en ese momento cuando un segundo sujeto entra y sorprende a la uniformada por la espalda. 

 

Un segundo problema es ajeno a la elemento, y es que la mayoría de las corporaciones de seguridad pública destinan la seguridad de un espacio a por lo menos dos personas, situación que en este caso no ocurre pues evidentemente es solo una vigilante quien se encarga de darle protección a este negocio.

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