Y Puebla, ¿cómo va en la inclusión a personas con discapacidad?

En México se han visto grandes avances para ser más incluyentes en todos los ámbitos de la vida pública, ya sea resarciendo las brechas de género, apoyando a personas de minorías raciales y sexuales, o bien incluyendo más a las personas con discapacidad. A este último grupo se han orientado esfuerzos para que las personas se vuelvan más independientes en su vida diaria, aunque aún falten acciones. 

Para garantizar una sociedad más incluyente y equitativa, en Puebla también se han implementado diferentes medidas para ayudar a las personas con algún tipo de discapacidad física o cognitiva; no obstante, estas no han sido suficientes para que las personas con alguna discapacidad tengan mejores condiciones de vida o se desenvuelvan de manera adecuada. 

De acuerdo a los datos oficiales del Perfil Sociodemográfico de las Personas con Discapacidad en el Estado de Puebla, en la entidad el 15.5 % de la población vive con algún tipo de discapacidad, ya sea moderada o severa. Esto es igual a 1’016,832 personas con una discapacidad, 470,814 hombres y 546,017 mujeres. 

Los grupos etarios que presentan más discapacidades son los de 85 o más, de 80 a 84, 75 a 79 y 70 a 74 años; respecto a los más jóvenes, los que más complicaciones reportan son los de 25 a 29 y de 20 a 24 años. Entre las afecciones más frecuentes se enlista la dificultad para hablar y comunicarse, concentración y memorizado problemas auditivos, debilidad visual e inconvenientes para caminar, subir y bajar. 

En el primer cuadro de la ciudad, en el Centro Histórico, se han puesto en marcha planes de inclusión como la colocación de señalética en sistema braille, algo que inició desde el 2009 para que las personas con debilidad visual puedan ubicarse y reconozcan las calles y edificios de la zona. Esto también está disponible para identificar los monumentos históricos y los cruces peatonales, pero en la mayoría de los casos es muy poco para las necesidades de la población. 

Aunado a esto, también existen múltiples sitios, más allá del Centro Histórico, donde se han colocado suelos podotáctiles. Estos son de utilidad para las personas con discapacidad visual, pues sirven de guía en los caminos ayudando a evitar obstáculos y advirtiendo del final de las calles y los cruces peatonales. 

A pesar de que los suelos podotáctiles ya están incluidos en la normativa del Ayuntamiento capitalino para colocarlos obligatoriamente en sitios cercanos a instalaciones de salud, escuelas, comercios, lugares de abasto, servicios públicos o recintos culturales, es común verlos deteriorados, con interrupciones o afectados por el deterioro completo de las banquetas. 

Para establecer en el marco jurídico la necesidad e importancia de incluir a las personas discapacitadas, desde el 12 de enero del 2009 se creó la Ley Para Las Personas con Discapacidad Del Estado de Puebla. Con esta se hace explícito que el gobierno, a través del Ejecutivo y sus dependencias, tiene la obligación de desarrollar e implementar programas de integración social para las personas que viven con alguna discapacidad. 

Esto abarca el cuidado de su salud, rehabilitación y capacitación para insertarse al mundo laboral, así como la educación inclusiva, la accesibilidad preferente a servicios públicos y la instrucción al poder Legislativo para salvaguardar sus derechos humanos básicos. 

En dicha ley también se afianzó la creación del Instituto de la Discapacidad del Estado de Puebla. Se trata de un organismo público descentralizado con autonomía técnica, adscrito a la Secretaría de Igualdad Sustantiva. Se pretende que el instituto establezca y evalúe programas de inclusión para saber si están dando resultados. 

En la LXI Legislatura se ha dado un paso importante hacia la inclusión, esto gracias a la consulta que recién terminó para la creación de la Ley de Movilidad y Seguridad Vial, en la que por primera vez se está tomando en cuenta la opinión de las personas con discapacidad. La nueva ley ayudará a que en el estado se cuente con el derecho de movilidad incluyente, tomando en cuenta la opinión de un grupo comúnmente ignorado, el de las personas discapacitadas. 

Asimismo, por orden de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) este mes se reformó la Ley de Educación del Estado de Puebla, ya que no contaba con los lineamientos adecuados para atender las necesidades físicas y de aprendizaje de grupos vulnerables como comunidades indígenas y personas con discapacidad. 

El mandato de la SCJN se dio hace más de un año, pero no fue hasta el 22 de septiembre que se aprobó por unanimidad en el Congreso y ahora se tienen normas para que los métodos de enseñanza se adapten a los ritmos de aprendizaje, se creen nuevas estrategias pedagógicas que sean más incluyentes. 

Con todo esto, ¿se puede decir que Puebla es un estado incluyente? Aunque es un hecho que hay avances considerables, la realidad es que todavía hay áreas que se deben cubrir. El Índice Nacional de Desarrollo Incluyente (INDI) recaba datos generales del 2013 al 2022 y en él se detalla que la entidad es una de las peor evaluadas en el rubro. 

Puebla ocupa el puesto 27 de 32 en cuanto a desarrollo incluyente con una calificación de 50.31 % de aprobación. El INDI enlista los estados en tres categorías: puntajes de 65.84 a 59.57 %, de 59.06 a 50.31 % y de 49.88 a 41.89 %. De la segunda clasificación, Puebla ocupa el último lugar, sólo por delante de Veracruz, Tabasco, Guerrero, Oaxaca y Chiapas. 

Respecto a la educación incluyente, en la que no se incluya ninguna barrera de género, etnia, estrato social o discapacidad, Puebla se sitúa en el lugar 14 con un puntaje de .78, una disminución de seis puntos respecto a lo medido el 2021. También se señala que hay un punto de avance en cuanto a acceso a servicios básicos e infraestructura incluyente, ya que Puebla es el lugar 23 con una calificación de .48, muy lejos del primer lugar, Nuevo León con .77. 

En uno de los ramos más importantes, la inclusión laboral, el estado también es uno de los que están más rezagados en el país. Puebla está en el sitio 28 con una calificación de .35 puntos, aunque en la medición del 2021 estaba en el puesto 27, lo que demuestra que hay un decrecimiento que impide a las personas con capacidades diferentes insertarse en el mundo laboral. 

Todo esto demuestra que, si bien se han dado avances considerables, aún hay múltiples áreas en las que las instituciones y dependencias de gobierno deben poner más atención para que Puebla sea un estado verdaderamente incluyente.