Genocidio: los peores episodios en la historia

El presidente ucraniano Volodimir Zelenski se presentó por primera vez en persona ante la Asamblea General de la ONU en Nueva York y en su comparecencia acusó a Rusia de cometer un delito de genocidio al secuestrar a decenas de miles de niños ucranianos. Este es un término muy específico que hace referencia a los crímenes masivos cometidos contra ciertos grupos.

De manera puntual, el genocidio (geno, término griego que significa raza o tribu, y cidio, del término latín que significa matar) es la destrucción intencional de un pueblo. El término fue acuñado por el abogado polaco judío Raphael Lemkin en 1944 intentando describir la política nazi de cometer asesinatos en forma sistemática, incluyendo el objetivo de eliminar a la comunidad judía europea. 

De esta forma se entiende por genocidio a la matanza y lesión grave a la integridad física o mental de los miembros de un grupo; el sometimiento intencional del pueblo a condiciones de existencia que busquen su destrucción física, total o parcial; las medidas destinadas a impedir nacimientos en el seno del grupo, así como el traslado por la fuerza de niños del grupo a otro grupo, por motivo de raza, etnia, religión, política o nacionalidad.​

En este contexto, la invasión de Ucrania es fruto de un conflicto histórico donde Rusia ha intentado mantener bajo su yugo al estado proclamado independiente desde la disolución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Aunque el asunto viene desde la Rus de Kiev y los bolcheviques, los conflictos se intensificaron con la independencia de Ucrania que ha intentado sortear entre un acercamiento y occidentalización con la Unión Europea, algo que el gobierno ultraderechista ruso ha tachado de deshonra y traición.

Desde 2014, Rusia mantiene presencia militar dentro del país ucraniano por órdenes del presidente Vladimir Putin hasta que en 2022 se ordenó una invasión directa dando lugar a ataques indiscriminados contra zonas residenciales, escuelas, hospitales, infraestructuras sociales e infraestructuras civiles, provocando la muerte de la población civil. Además, se están produciendo desplazamientos masivos y la destrucción de viviendas civiles.

En la historia moderna, hemos tenido otros casos atroces calificados como genocidio, como la matanza de los colonos españoles contra los indígenas americanos del sur, esto durante la conquista de América, donde no solo se llevaron a cabo una serie de actos violentos, también se propagaron enfermedades que resultaron en la muerte de un gran número de la población indígena.

El genocidio armenio es otro ejemplo que dio inicio el 24 de abril de 1915, cuando las autoridades turcas detuvieron a 235 miembros de la comunidad de armenios en Estambul. Después la cifra aumentó a 600, y al final, se ordenó la deportación de toda la población armenia. No se les dejó cargar con medios para subsistir y la mayoría murieron a causa del hambre y la sed. En total, entre 1915 y 1923 murieron un millón y medio de personas.

El Holocausto nazi fue el genocidio más grande y atroz del siglo XX, perpetrado por el régimen de Adolf Hitler contra los judíos y otros grupos considerados inferiores o enemigos. Entre 1933 y 1945, los nazis asesinaron a alrededor de seis millones de judíos, que representaban dos tercios de la población judía de Europa, sin mencionar que también mataron a millones de personas de otras etnias, religiones, orientaciones sexuales, discapacidades o ideologías políticas.

El Holocausto fue el resultado de una ideología racista y antisemita que pretendía crear una raza superior y eliminar a los que consideraban inferiores o indeseables. Como ya vimos, también propició la creación del concepto genocidio.

El genocidio camboyano fue una de las atrocidades más grandes del siglo XX, cometida por el régimen comunista de los Jemeres Rojos, liderado por Pol Pot. Entre 1975 y 1979, este régimen intentó crear una sociedad agraria utópica, basada en los principios del maoísmo y el estalinismo.

Para ello, impuso una serie de medidas extremas, como la evacuación forzosa de las ciudades, la abolición del dinero, la religión y la propiedad privada, la colectivización de la agricultura, entre otras cosas. Se estima que entre 1.5 y 3 millones de personas murieron a causa de las ejecuciones, las torturas, las hambrunas, las enfermedades y el trabajo forzado.

El genocidio bosnio se caracterizó por la práctica de la limpieza étnica, que consistía en la expulsión, el desplazamiento, la violación, la tortura y el asesinato de miles de civiles bosnios por parte de los militares y paramilitares serbios.

El genocidio bosnio fue una de las atrocidades más graves que ocurrieron en el siglo XX, en el marco de las guerras yugoslavas y se desarrolló entre 1992 y 1995.

En tiempos más recientes, tenemos el caso de Ruanda, pueblo dividido por dos clases, los hutus y los tutsi. La masacre comenzó a raíz del asesinato en 1994 del general Juvénal Habyarimana, presidente de Ruanda y perteneciente a los hutus. Su muerte desencadenó un plan de persecución contra los tutsis, que fueron desplazados a campos de refugiados. Se eliminó al 75% de la población tutsi durante la barbarie. Se calcula que más de 800,000 personas fueron asesinadas y casi cada una de las mujeres que sobrevivieron al genocidio fueron violadas.

Delito internacional

El genocidio es un delito de derecho internacional que está regulado por varias leyes y convenciones. La principal es la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948. Esta convención fue adoptada y abierta a la firma y ratificación, o adhesión, por la Asamblea General de las Naciones Unidas.

La Convención establece que el genocidio, ya sea cometido en tiempo de paz o en tiempo de guerra, es un delito de derecho internacional que las partes contratantes se comprometen a prevenir y a sancionar.

Además, el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (CPI) de 1998, que entró en vigor en 2002, también regula el genocidio, estableciendo que junto al genocidio se castigan otros delitos conexos, que son la asociación para cometer genocidio, la instigación directa y pública, la tentativa y la complicidad.