Los conceptos también se desnacionalizan y la influencias externas van echando un vaho de olvido sobre todo en los jóvenes. Romper esa cancelación, es recordar que México, con todos sus avatares y sus luchas, es un país soberano que se aferra a su independencia y la defiende. Los que hicieron posible esta situación fueron grandes luchadores, al frente de ellos un simple cura que integraba con sus altos conceptos de libertad, a un ser terrestre más que al celeste al que servía, con el valor de su vida, a cambio de la suya. Así murió Miguel Hidalgo y Costilla en Chihuahua el 30 de julio de 1811, asesinado por las fuerzas realistas con la complicidad del alto clero. Antes fue defenestrado y humillado y exhibida mas tarde su noble cabeza para el escarnio público. Recuerdo de aquel 1987, las expresiones de los rostros de los jerarcas católicos comandados por el entonces primado Ernesto Corripio Ahumada, llegando en caravana a Dolores Hidalgo a darle el perdón al cura guanajuatense, cuando más bien parecía que los que iban a pedir perdón eran ellos. Fue un acto de constricción que después cayó en el olvido, ante una presión popular que considera a Hidalgo, el Padre de la Patria. Que no se olvide jóvenes.
HIDALGO ERA POLÍTICO Y RESPETÓ REALEZAS MIENTRAS BUSCABA LIBERTAD
Los que han criticado en el México actual, la relación cordial de AMLO con los gobiernos estadounidenses antes Donald Trump, ahora Joe Biden, no profundizan en esa actitud de inteligencia ante enemigos fuertes. Así lo hizo el cura Hidalgo ante el rey español, con el que no rompió mientras preparaba el gran Grito que dio en Dolores en la madrugada del 16 de septiembre de 1810. Su lucha era contra el virreinato, contra los que atenazaban al pueblo nativo, aunque en ese señalamiento estuviera detrás el verdadero rey. Políticas son políticas. Más tarde fue la radicalización del cura, el surgimiento de los independentistas frente a los realistas. Los dos ejércitos libraron batallas, una de ellas con triunfo de parte de Hidalgo en la clásica batalla del Monte de las Cruces, para caer por desgracia en Acatita de Baján y dejar a los realistas con su valioso trofeo: la vida del cura de Dolores.
SE EXALTABA A HIDALGO. UN DIRECTOR DE MEDIOS LE ORGANIZÓ UN FESTIVAL
Con los años se ha menguado la exaltación a los héroes. La derecha, imitando a aquellos ultraconservadores del siglo XIX, como Lucas Alamán, pasa de largo de los grandes personajes. Se han escrito libros para quitarles méritos, sobre todo a Juárez. Y en el caso de Villa lo acabamos de ver en el rescate que hizo de sus aportes, el gobierno actual. Pero tiempos hubo en que desde los pueblos, sobre todo en las escuelas, se organizaban los grandes festivales para enseñorear a un prócer. El director de El diario del Yaqui Jesús Corral Ruiz, encabezó la organización de un gran festival en Ciudad Obregón, para celebrar el cumpleaños de Miguel Hidalgo, el 8 de mayo. Fue a principios de los cincuenta y yo en el inicio de la primaria participé en esa enorme fiesta con un bailable en el gran estadio beisbolero. Debieron de ser miles de niños los que participamos. Por ese entonces un hermano y yo, muy pequeños, nos alternábamos para declamar en homenaje a la Patria y a Hidalgo:
Tres siglos arrastraste
cargando tus cadenas
y al cabo de tus penas,
¡Hidalgo se apiadó!
Y con terrible espanto
de la nación ibera.
Izaste tu bandera,
brillante como el sol