Fundada en 1881 como una fábrica de cal hidráulica, hoy en día la Cooperativa La Cruz Azul es una de las empresas cementeras más grandes de México, con miras hacia la expansión constante luego de administraciones pasadas que mancharon el nombre de la organización. Hoy con la inauguración de la nueva fábrica de sacos de papel en Puebla, se abre una nueva ventana de opciones para los cooperativistas.
En entrevista con Imagen Poblana, el presidente administrativo de La Cruz Azul, Víctor Manuel Velázquez Rangel, habló sobre su historia en la cooperativa y los retos a los que se ha enfrentado durante su gestión. De igual manera, comentó cuáles son los planes a futuro para seguir expandiendo las operaciones de la empresa.
La historia del ingeniero Velázquez y la cooperativa inició cuando trabajó en la planta de Cruz Azul, Hidalgo, para luego moverse al área comercial en la Ciudad de México, y después a la gerencia de ventas en la zona del golfo y la del centro. Destacó por innovar en estrategias y por aumentar la presencia de la empresa a nivel nacional, por lo que en abril del 2021 ascendió a la presidencia del Consejo Administrativo.
En su gestión, Víctor Velázquez planea que la cooperativa siga expandiéndose hacia nuevas fronteras en pro del crecimiento de la misma; no obstante, afirmó que antes deben lograr consolidarse como una cooperativa más fuerte, transparente y que garantice que cada acción reditúe a quienes forman parte de ella.
En el futuro, Cruz Azul tiene en la mira su incursión en el mercado internacional. A partir de su constitución como cooperativa, siempre han estado arraigados en el comercio nacional, pero en lo venidero el plan es la incursión concreta en otros países.
“La cooperativa como tal va a ir creciendo y siempre hemos pensado, en algún momento, participar en el mercado internacional. Desde 1934 que se conformó como sociedad cooperativa, nunca hemos participado con una planta, por ejemplo, en el extranjero, entonces estamos pensando en grande”, sostuvo Víctor.
Sin embargo, reconoció que ha enfrentado diferentes retos de índole financiero, cambios organizacionales, la constitución de las empresas de la cooperativa, y más importante, el fortalecimiento de la organización para que las generaciones futuras de corporativistas vivan con tranquilidad, ya que de Cruz Azul dependen miles de familias. Además, también se ha enfrentado a la desvirtuación de la marca debido a los malos manejos de administraciones anteriores.
Respecto a la fábrica de sacos de papel que se inauguró en la planta de Palmar de Bravo, Puebla, dijo que esta obedece a las nuevas normativas en México que restringen los sacos de 50 kilogramos a partir del 2024.Toda la industria cementera, y de otros sectores, se ha puesto en marcha para hacer nuevas líneas, por lo que esta construcción cobra relevancia para satisfacer las necesidades del mercado.
Aseguró que el hecho de que se fortalezca la sucursal de Puebla se orienta a que nuestro estado es estratégico para todo el sector cementero, por lo que antes de que se instalara, ya se contaba con un centro de distribución para surtir la demanda de los estados colindantes. Cuando la planta se inauguró en 2006, se volvió más importante para fortalecer la presencia en esta zona del país.
Cooperativa La Cruz Azul es especial para Víctor Velázquez, porque es un negocio en el que estuvieron su padre y sus dos abuelos como socios fundadores. Al tener el denominativo de Empresa Socialmente Responsable (ESR), La Cruz Azul se apega al fiel compromiso de mantenerse en los más altos estándares de calidad y excelencia por el bien de sus trabajadores.
“Queremos y nos debemos a la cooperativa, y siempre estamos dispuestos a seguir trabajando para que esta gran empresa alcance los niveles a los que estamos acostumbrada a verla en todos los ámbitos, tanto en lo deportivo, industrial, social, y donde Cooperativa La Cruz Azul es ícono a nivel nacional e internacional, como una de las cooperativas más exitosas”, finalizó Víctor Velázquez.