A 55 años de la matanza de Canoa, denuncian falta de mecanismos de concientización

Este miércoles, el Instituto de Ciencias Jurídicas llevó a cabo una conferencia en conmemoración del 55 aniversario de la matanza de trabajadores y estudiantes de la Universidad Autónoma de Puebla en San Miguel Canoa, donde se destacó la falta de mecanismo que eviten los actos de linchamiento en el estado de Puebla.

Julián González, único sobreviviente de la matanza de Canoa, dio su testimonio sobre lo ocurrido el 14 de septiembre de 1968, cuando una turba agitada por Enrique Meza Pérez, párroco local atacó a un grupo de estudiantes y trabajadores universitarios que buscaban hacer escultismo en la montaña.

Julián ya contaba con experiencia en esta montaña, pero la lluvia impidió que Ramón Gutiérrez Calvario, Jesús Carrillo Sánchez, Miguel Flores Cruz y Roberto Rojano Aguirre pudieran continuar su ascenso, viéndose obligados a buscar refugio en Canoa. Durante ese tiempo, gran parte de los pobladores no entendían español, solo se hablaba náhuatl, esto es un punto elemental que impidió la comunicación con los linchados.

Fanatismo, anticomunismo y fascismo

Gerardo Pérez Muñoz, activista social declaró que este caso de agresión colectiva estuvo marcado por factores como el fanatismo religioso, el anticomunismo y el fascismo, así como la desinformación. Conceptos que no han permeado en la sociedad poblana pues siguen existiendo linchamientos, principalmente en comunidades indígenas.

Muñoz aseveró que este escenario amerita una ley de la memoria, es decir, un mecanismo que nos recuerden estos hechos para evitar caer en un ciclo y mencionó, también se debe integrar la información en las enseñanzas del sistema educativo.

Destacó que, en todos estos años, nunca existió un posicionamiento o disculpa por parte de la iglesia católica, ya que fue el párroco del lugar quien impulso el linchamiento, y menos del gobierno del estado quien no pudo garantizar el acceso y rescate de este grupo de universitarios, evidenciado las militantes que tienen el estado.

Julián, destacó la producción de la película de Canoa: memoria de un hecho vergonzoso como un ejercicio de denuncia pública y concientización ante los escenarios expuestos líneas más arriba, pues creo polémica e incluso se prohibió su exhibición en cortos países debido a la crudeza de la historia.