Jefes tóxicos, una bomba de tiempo para las empresas

Jefes tóxicos, una bomba de tiempo para las empresas

Foto: FreePik

Aunque el trabajo de un jefe o encargado de una empresa es el de dirigir las actividades productivas y llevarlas a buen puerto, muchas veces su autoridad se ve rebasada por su novatez o por el deseo de sobresalir sin importarle el bienestar de las personas a su cargo. 

 

Un jefe estricto no necesariamente es un jefe tóxico, pero estos últimos se han hecho populares en las últimas semanas al hacerse públicos testimonios de supuestos extrabajadores del programa "Tonight Show" de Jimmy Fallon, señalándolo de ser altamente agresivo. 

 

La agresividad o toxicidad en un medio laboral puede ser una bomba de tiempo para las empresas, sin importar el aparente éxito en ventas o producción, ya que eventualmente los trabajadores afectados terminarán por renunciar bajar su rendimiento

 

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Cómo identificar a un jefe tóxico 

 

Reiterando, ser estricto no necesariamente es ser tóxico, por eso, identificar a un superior dañino podría resultar complicado, pero existen algunas características que están presentes en las personas con esta personalidad. 

 

Por ejemplo, los jefes tóxicos se escudan en que hay que cumplir con metas y objetivos para llevar al límite a los empleados a su cargo, sin importar la sobrecarga de actividades o la imposibilidad de cumplir con ellas. 

 

Este mismo argumento se utiliza cuando el empleado tiene algún imprevisto personal, familiar o de salud, ya que el jefe tóxico podría mostrarse poco o nada empático con la situación, además de que podría tomar represalias en lugar de ser solidario. 

 

El puesto jerárquico en la estructura de una empresa puede llevar a los superiores a pensar que ese escaño también tiene una superioridad moral, por lo que constantemente puede haber conflictos por la imposición de ideas, dejando de lado una posibilidad de conciliar. 

 

Esta superioridad también los puede llevar a ser vengativos, por lo que frecuentemente despertarán quejas por la inequidad en la repartición de actividades o por favorecer a los que son afines a ellos o que les caen mejor, dejando de lado la objetividad. 

 

Esto también se puede manifestar en amenazas sobre posibles despidos o descuentos, solo por la necesidad de imponerse. 

 

Cómo tratar a un superior nocivo 

 

Lo ideal sería acudir al área de recursos humanos para que sirva como un mediador en los conflictos laborales de esta índole, siempre y cuando tenga un punto de vista neutral del problema. 

 

La segunda opción sería hallar una salida saludable y pedir una reubicación en la empresa para salir de este ambiente nocivo sin que tengas que comprometer tu fuente de trabajo. 

 

Aunque no es una solución que vaya a arreglar el problema, si puede ayudarte a sobrellevar mejor la situación y esto es no entrar en una dinámica de trabajador tóxico, es decir, vengarte o actuar de la misma forma que ese superior nocivo. 

 

Si adoptas la misma personalidad que ese superior, es probable que la situación se agudice, ya que la otra persona seguramente lo percibirá y buscará imponerse nuevamente, generando una situación insoportable por mucho tiempo. 

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