Tras ganar el campeonato de la División I de la National Collegiate Athletic Association, Lia Thomas se convirtió en el rostro del debate sobre las personas transgénero en los deportes. Durante el Mundial de Natación de Fukoka, Japón, el presidente de World Aquatics (WA), Husain All-Mussallam, declaró que ya se evalúa la creación de una categoría abierta, en la cual podrían participar las personas transgénero. Esto después de que la propia WA prohibiera su participación en eventos como juegos olímpicos y campeonatos mundiales.
Diversos organismos y asociaciones deportivas internacionales ya han prohibido la participación de atletas transgénero. La mayor parte argumenta que esta medida busca garantizar la equidad durante las competencias, y en el caso de las mujeres trans, supuestamente poseen ventaja fisiológica. El primero en adoptar estas políticas fue el World Rugby a principios del 2021. Al considerar, las mujeres transgénero tienen 50-60% más fuerza para producir movimiento explosivo que las mujeres cisgénero.
Como ejemplo está la declaración del Consejo Mundial de Boxeo (CMB); esta sostiene: "Una métrica como el nivel de testosterona inferior a 10 nanomoles por litro (logrado mediante el uso de medicamentos para suprimir la testosterona en la mujer transgénero), por sí sola, es inadecuada para garantizar la equidad en el momento de la pelea". Con ello, el CMB sostiene que no existe un consenso para determinar si una pelea entre una mujer cisgénero y una mujer transgénero es justa. Por ello, este organismo ha frenado la participación de atletas transgénero en las competencias llevadas a cabo bajo el mismo.
En junio del 2023, la Union Cycliste Internationale (UCI), organismo rector del ciclismo mundial, hizo un cambio en sus normas sobre la participación de deportistas transgénero. Esto después de que, la ciclista transgénero, Austin Killips consiguiera la victoria en la quinta etapa del Tour de Gila, lo cual provocó el descontento de fanáticos, excorredores y atletas participantes.
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Un comunicado emitido por la UCI establece, "A partir de ahora, las atletas transgénero que han hecho la transición después de la pubertad (masculina) tendrán prohibido participar en eventos femeninos en el Calendario Internacional UCI, en todas las categorías, en las diversas disciplinas". La medida se implementó al no existir evidencia científica que confirme que la terapia hormonal puede eliminar los efectos de la testosterona durante la pubertad en hombres. Además, consideran, algunos factores biomecánicos, como la disposición de los huesos puede constituir ventaja para atletas transgénero.
Cada vez más organizaciones se suman a prohibir la participación de atletas transgénero, mientras pocos evalúan potenciales soluciones, como implementar una categoría libre. Por su parte, deportistas como Lia Thomas han declarado no considerarse una amenaza para el deporte femenino. (NotiPress)
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