La composta, un abono efectivo y que previene el cambio climático

La composta, un abono efectivo y que previene el cambio climático

Foto: FreePik

La composta es un abono orgánico que tiene múltiples beneficios para el medioambiente, pues no solamente ayuda a mejorar la calidad de los suelos, sino que además repercute de manera positiva en los efectos que provocan el cambio climático. 

  

De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, la composta es un abono orgánico que se obtiene a través de la degradación microbiana de materiales de origen orgánico que están acomodados en capas. 

  

Esta degradación se hace a través del proceso de descomposición de todos los materiales orgánicos comunes, por lo cual los microorganismos descomponen de forma natural y se convierte en un abono económico y fácil de implementar de forma casera. 

  

La composta es muy útil en los suelos agrícolas, ya que mejora su estructura y la fertilidad; sin embargo, también es útil para implementarlo de forma casera y utilizarlo en el jardín o en algunas plantas. 

  

La composta mejora la salud y el crecimiento de las plantas; mejora las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo; es una fuente de nutrimentos de para las plantas; aumenta la capacidad de retención de humedad del suelo y la capacidad de intercambio de cationes. 

  

 

En el uso agrícola, la composta se hace principalmente con grandes cantidades de desechos orgánicos como frutas o verduras que ya entraron en un proceso de descomposición, así como el estiércol de animales. 

  

A nivel casero, los desechos alimentarios son de gran utilidad para elaborarlo; por ejemplo, las cáscaras de huevo, restos de verduras, frutas, residuos de origen animal, follaje, tallos frescos y hojas secas funciona para formarla. 

  

Para que funcione de mejor manera una composta se debe de hacer por capas: la primera es con paja, tallos frescos, hojas secas o desechos de hortalizas. 

  

La segunda capa se forma de restos de comida como frutas y verduras; la tercera capa es de estiércol desmenuzado, mientras que la cuarta capa puede ser nuevamente con desechos orgánicos de comida o jardinería. 

  

Las recomendaciones son evitar que la composta se seque para que no haya una infestación de ácaros y hormigas, aunque tampoco se debe humedecer en exceso, pues pueden aparecer hongos. 

  

La composta debe cuidarse por un plazo de al menos 15 días, en los cuales se tiene hacer una revoltura hasta que finalmente esté listo y pueda almacenarse en costales para su posterior uso como fertilizante en algún huerto casero o maceta. 

  

Beneficios al medioambiente 

  

Además de su uso en la jardinería y el campo, la composta sirve para reutilizar de forma adecuada los desechos orgánicos que se generan en nuestra vida diaria, lo cual nos ayuda a reducir la dependencia de fertilizantes químicos y obtener suelos más fértiles. 

  

Cuando las personas reducen el desperdicio, el compostaje también ayuda a bajar las emisiones de gases de efecto invernadero, que son las principales causales del cambio climático. 

  

De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el desperdicio de alimentos genera aproximadamente entre un 8 % y un 10 % de emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, mientras que el uso de la tierra y los recursos hídricos impactan cada vez más sobre la biodiversidad. 

  

Estimaciones de la ONU señalan que 570 millones de toneladas de pérdidas y residuos se producen en los hogares, por lo que es inmediato provocar un cambio en la mentalidad de los individuos que repercute directamente en sus vidas cotidianas. 

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