En el mundo existió un característico automóvil que, a pesar de tener un nombre establecido por la empresa fabricante, para la mayoría siempre será recordado como “el vocho”. El Volkswagen Sedán dejó huella en la historia del mundo debido a su diseño, precio y funcionalidad, incluso a 20 años de que su fabricación se cortara en todo el mundo.
La historia de este coche es muy peculiar, ya que nació en medio de un país rodeado de conflictos y, con el paso de los años, se convirtió en uno de los predilectos en países como China, Nigeria, Bosnia y Herzegovina y, por supuesto, México, uno de los mayores productores en el mundo.
La primera versión de este vehículo salió en 1938, en Alemania, bajo el nombre de KdF-Wagen, ideado como un auto para las familias, esto gracias a su espacio, durabilidad, seguridad y el precio, que era de aproximadamente 35 semanas de salario para un trabajador promedio. Las siglas KdF significan "Kraft durch Freude", “Fuerza a través de la Alegría", pasando a llamarse Volkswagen Tipo 1 y recibiendo el sobrenombre de Beetle (escarabajo) por su capó curvado y el tamaño compacto.
Fue un encargo expreso del propio Adolf Hitler, quien buscaba precisamente eso, un auto para las masas y las familias de Alemania, “un coche para el pueblo”, cuyo diseño estuvo a cargo del ingeniero y diseñador de autos Ferdinand Porsche. El interior era para cinco personas, recorría 100 kilómetros por solo siete litros de gasolina y llegaba a los 100 Km/h de velocidad.
Con la Segunda Guerra Mundial los costos se elevaron y la producción disminuyó porque los esfuerzos se enfocaron en la fabricación de vehículos militares. Luego de que finalizaron los conflictos bélicos, el Beetle empezó a comercializarse en más países y con ello su fama se elevó, sumado a otro evento que lo hizo el favorito de muchos en Latinoamérica.
El 15 de enero de 1964 se constituyó oficialmente Volkswagen México; en junio de 1965 iniciaron los trabajos de construcción para la primera planta de armado de autos en Puebla. Con ello no solo se abrió la posibilidad de que la empresa se expandiera, sino también la oportunidad de que “el vocho” siguiera extendiéndose.
No tardó para que el auto de moda empezara a construirse en suelo poblano, siendo el 23 de octubre de 1967 la fecha en que se fabricó el primero, algo que siguió así hasta el 31 de julio del 2003, cuando se descontinuó, fecha para la que ya se habían vendido 1'691,542 unidades.
El final del “vocho” no solo fue una respuesta a la necesidad de modernizar los diseños, sino porque en la década anterior llegaron al país coches similares de otras marcas, incluso con mejores diseños, por lo que se optó por dejarlo de lado.
La última serie de producción fue de 2,999 unidades, de las dos últimas piezas fabricadas una se fue con dirección al Museo Matriz de Volkswagen, en Wolfsburgo, Alemania. Su precio continuó siendo uno de los más accesibles del mercado, poco más de 84,000 pesos en aquel momento.
Obviamente, al ser un coche tan emblemático, rodeado de historia y con un origen fuera de lo común, hay muchas anécdotas y curiosidades alrededor del vocho.
Para empezar, mucha gente desconoce cómo se le puso este sobrenombre, y ni siquiera hay una confirmación real. Una teoría es que fue por el diminutivo de Volkswagen. La otra idea asegura que los franceses llamaban a los soldados alemanes “boches”, término que llegó a México cuando se instauró la empresa y se le dio al auto, ignorando la raíz de la palabra.
México no es el único país donde se le puso un sobrenombre, ya que en la mayor parte del mundo lo rebautizaron de acuerdo a sus culturas. En Colombia se le llamaba “pulga” o “escarabajo”, en Portugal le decían “carocha”, en República Dominicana era el “cepillo”, en Serbia era la “buba”, y así, cada nación le puso la etiqueta que mejor se adecuaba, algo único con un automóvil.
México no fue el único lugar del continente donde se fabricó, ya que en Brasil también se armaba, sumado a las de Alemania y Sudáfrica. Gracias a la colocación en múltiples puntos, se estima que en total se vendieron 23.5 millones de coches en todo el mundo desde 1938 hasta el 2003.
Su legado e importancia son tan marcados en la sociedad que desde 1995 se estableció que el 22 de junio se celebraría el Día Internacional del Vocho. La iniciativa surgió por asociaciones de amantes del auto, eligiendo dicho día porque en esa fecha, pero de 1934, Hitler y Ferdinand firmaron el convenio para la creación del primer prototipo.
Se han hecho varios diseños propios en todo el mundo, unos para imitar al icónico “vocho” de las películas “Herbie”, pero en México se dio uno muy característico, el “Vochol”. Está inspirado en la cultura Huichol, adornado con más de 2 millones de chaquiras y hecho por ocho artistas de dos familias de huicholes provenientes de Nayarit y Jalisco.
Como ya se dijo, en la última serie una de las dos últimas piezas se fue a Alemania y la otra fue un regalo para el papa Juan Pablo II. Se le entregó al pontífice el 26 de mayo del 2004 y hasta la fecha sigue siendo objeto de fascinación para turistas, religiosos y amantes del automóvil que visitan el Vaticano.