A todo el mundo le preocupa ver animales maltratados y, en especial, ver mascotas que deambulan por la calle sin ningún tipo de cuidado. En este sentido, los perros, al ser el principal animal de compañía en México, es también uno de los que más sufren abandono por la tenencia irresponsable de muchos dueños, quienes se comprometen a cuidar un cachorro y cuando crece, lo dejan en la calle sin más.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), México era el primer país de Latinoamérica con perros en situación de abandono en 2022. Aproximadamente, 22.6 millones de perros viven en la calle, de las que más de 20 millones continúan así y poco más de 2 millones son rescatados por familias o albergues caninos.
El problema se agrava porque es un ciclo que se repite, ya que cada año se abandonan aproximadamente 500,000 mascotas en todo el país, por lo que por más que se les rescate, siempre hay personas dispuestas a dejarlos. La mayoría no está esterilizada, por lo que se siguen reproduciendo en la calle, en algunos casos los cachorros mueren por malnutrición o infecciones, pero si sobreviven se convertirán en más perros callejeros.
Además del riesgo que supone para la propia vida de los canes, los animales callejeros también representan riesgo para las personas, pues son propagadores de enfermedades, tanto para humanos como para otros animales. A pesar de que se intenta erradicar todo tipo de maltrato, no se ha hecho lo suficiente en ninguna instancia para erradicar este problema.
Los perros de la calle son una amenaza para la salud pública porque, según la UNAM, cada año se producen aproximadamente 696 toneladas de excrementos. Estas luego se quedan en la vía pública y se desintegran con el aire que luego respiramos, lo que provoca enfermedades como conjuntivitis, salmonelosis o infecciones bacterianas y parasitarias.
La respiración no es la única forma de ingerir material fecal, ya que esta también se esparce y adhiere a la comida que se oferta en puestos callejeros, causando padecimientos gastrointestinales e infecciones. De acuerdo con expertos de la UNAM, hay más de 140 enfermedades que saltan de perros a humanos debido a la mala higiene, aspiración de excreciones o por contacto directo.
Algunas de las más conocidas por contacto directo son la sarna y la rabia. La primera es una enfermedad de la piel que se transmite por ácaros y deviene en dermatitis, aunque es de fácil tratamiento. Por el contrario, la rabia es más severa, ya que luego de ser infectado por el virus no se presentan síntomas y es hasta que salen cuando se sabe de la enfermedad. Su promedio de letalidad es casi del 100 %, pues no tiene cura ni tratamiento estandarizado.
México fue reconocido por la OMS por ser el primer país en erradicar este virus, pero la forma en que un perro contagie esa u otras afecciones es mediante mordeduras, y ese es otro problema claro. La Secretaría de Salud informó que hasta septiembre del 2022 se reportaron 71,396 mordeduras en todo el país.
La agresividad puede tener explicación en diferentes factores, principalmente por competencia por la poca comida que encuentran, hambre, peleas con otros perros, estrés por factores ambientales, así como eventos traumáticos con humanos. Debido a que los callejeros suelen sacar basura o entrar en negocios para alimentarse, muchas personas los golpean o ahuyentan con agresiones, lo que incrementa sus instintos de ataque para defenderse.
Por último, cuando los perros tienen que sobrevivir por su cuenta también se pueden convertir en fauna feral. Los animales que reciben esta denominación son aquellos que alguna vez fueron mascotas y se adentraron en sitios donde habita fauna silvestre, se reproducen y forman jaurías que compiten por la comida con especies nativas, destruyen ambientes y acaban con otras especies.
¿Cómo se podría solucionar?
La organización Mars Petcare hizo un estudio en 2022 sobre la percepción de la gente al problema de los animales callejeros, en la que el 18 % cree que la mejor opción es que se les retire de la calle y se sacrifiquen. En contraste, el 77 % considera que deben rescatarlos y ponerlos en albergues, mientras que el 22 % cree que los peludos pueden vivir en la calle sin mayores inconvenientes.
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Sin embargo, este es un problema que va más allá de atender a los canes que ya están en la calle, pues es importante que las personas que se deciden a tener una mascota lo hagan con responsabilidad. Para ello, se tiene que entender que un animal de compañía no es un juguete ni un regalo, sino un ser sintiente con necesidades y que requiere de cuidados todos los días, no solo comida, sino paseos, visitas al veterinario y limpieza.
La esterilización también es fundamental, toda vez que la reproducción descontrolada favorece a la proliferación de más perros callejeros. Ahí también se debe educar a la gente, ya que muchos no lo hacen por mitos acerca de que esto ocasiona problemas de salud, de ánimo o que supuestamente todas las perras necesitan reproducirse al menos una vez en la vida para desarrollarse, algo falso y sin sustento científico.
De igual forma, se debe fomentar aún más la cultura de la adopción, pues de nada sirve que los albergues o asociaciones animalistas se empeñen en rescatar animales de la calle si no hay quien los adopte.
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